La acción del Estado fascista en el campo económico
La Carta del Trabajo de 1927 plasmó el corporativismo económico del Estado fascista. Las empresas privadas quedaron bajo su supervisión, y se desarrolló una “tercera vía” capitalista frente al liberalismo (defensor de la iniciativa privada) y el socialismo (propietario de los medios de producción).
No obstante, las grandes corporaciones industriales gozaron de mayor libertad de acción que las medianas o pequeñas y, en gran medida, escaparon al intervencionismo estatal.
La política económica subordinaba la iniciativa privada al interés general pero, en realidad, favoreció a la gran patronal y a los terratenientes. Potenció el crecimiento económico en torno a la industria pesada y las grandes empresas.
En el campo agrario se fomentó la autosuficiencia del país mediante la autarquía, para lo que se hizo necesario incrementar la producción y disminuir la dependencia del exterior.
Se desarrollaron campañas cuya denominación evocaba el lenguaje bélico: así nacieron la “batalla del trigo”, la “batalla de la lira” o la “batalla de los nacimientos”, ésta última encaminada a impulsar el crecimiento de la población.
Se pusieron en cultivo tierras baldías, se sustituyeron cultivos tradicionales por otros nuevos, se fomentaron los cultivos cerealistas de carácter extensivo, se desecaron charcas y marismas, se construyeron embalses en las zonas de déficit hídrico y se levantaron poblados para albergar a los nuevos colonos.
Aunque el régimen se valió de fuertes campañas propagandísticas para difundir sus logros, los resultados finales no pasaron de mediocres; entre otras razones, porque la mayor parte de las inversiones se centraron en las zonas cercanas a la capital, en algunas regiones como la llanura del Po y las áreas litorales del Adriático y Tirreno, en detrimento de otras periféricas.
Con la “batalla de la lira” el régimen se propuso dotar a la moneda italiana de prestigio internacional, asignándole un alto valor de cambio.
Sin embargo, los efectos resultaron en buena medida contraproducentes, ya que los productos italianos perdieron competitividad frente a los extranjeros y las exportaciones disminuyeron, privando al país de una importante fuente de divisas.
Ante la Crisis de 1929, el Estado incrementó el control sobre la economía, intensificando la autarquía y creando organismos como el IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial, 1933). Éste aglutinaba empresas pertenecientes a sectores estratégicos como las comunicaciones o la siderurgia (indispensable para la industria de armamentos).
El régimen acometió una importante labor de modernización de las infraestructuras de comunicación y transporte, especialmente en lo relativo al ferrocarril y la red de carreteras, construyéndose las primeras autopistas e impulsando la motorización.
La acción del Estado fascista en el campo social
La Ley Rocco de 1926 suprimió los partidos y organizaciones sindicales, a excepción de las de carácter fascista. Se intentaba abolir de ese modo la lucha de clases y constituir una sociedad donde reinase la armonía entre obreros y patronos.
Se prohibieron derechos laborales elementales como el de huelga (1927). En 1932, los agentes económicos (patronos y obreros) fueron encuadrados en 22 grandes corporaciones creadas según la actividad económica (metalúrgicos, banca, transporte, etc), dando lugar a unos “sindicatos verticales” sumamente burocratizados, que sustituyeron a los de clase.
Se instituyó una asistencia social que incorporó ciertas medidas populares como el salario mínimo, la congelación de alquileres, ayudas a las familias numerosas para fomentar la natalidad, etc. En el ámbito laboral se creó una caja de seguros obligatorios para hacer frente a la enfermedad, la invalidez y la vejez
El asociacionismo, esencia del fascismo, fue empleado como instrumento de control social. Se incentivaron las organizaciones infantiles y juveniles. Éstas regularon el tiempo libre de sus afiliados y se organizaron en torno a una estructura de carácter paramilitar que enaltecía las virtudes nacionalistas y guerreras del pueblo italiano.
Así surgieron organizaciones como la de los “balillas” y los “Grupos Universitarios Fascistas”.
El Estado fascista italiano. Campo ideológico
El Estado totalitario fiscalizó todas las facetas del pensamiento, la información y la expresión. Desplegó una férrea vigilancia sobre la educación, a la que encomendó la misión del adoctrinamiento político de niños y jóvenes.
Boletín de calificacioness de la escuela fascista. En él destacan tres materias de claro adoctrinamiento ideológico: "Nociones varias de cultura fascista", "Historia fascista" y "Religión".
Los docentes fueron transformados en funcionarios transmisores de consignas políticas. Los libros escolares, encargados de divulgar una idea mitificada del régimen y su líder.
La Reforma del ministro Giovanni Gentile (1923) confirió a la educación un carácter tradicionalista y elitista. Potenció la enseñanza de las humanidades y la religión, al tiempo que atribuyó a la mujer un papel social alejado del ámbito laboral y de los puestos de responsabilidad, relegándola al papel de madre y administradora del hogar.
Los medios de comunicación, prensa, radio, publicaciones de toda clase, al igual que la cultura, fueron puestos al servicio de los ideales fascistas.
Se controló a los intelectuales, se persiguió a los díscolos (un ejemplo notable fue el del filósofo, pensador y periodista Antonio Gramsci) y se crearon organismos como el de la Academia de Italia, destinados a servir de “faro de las masas”.
El arte fue consagrado como instrumento de difusión del ideario fascista, si bien su campo expresivo gozó de más libertad que en el nazismo alemán. Un caso paradigmático del “nuevo arte” lo constituyó el “futurismo”, cuya principal figura, Marinetti, exaltó en sus obras ideas gratas al régimen, como la novedad, la velocidad, la acción, el nacionalismo y lo militar.
El cine sirvió para transmitir una imagen sublimada del régimen y se hizo testigo de sus fastos: paradas militares, inauguraciones, etc. La importancia que Mussolini otorgó a este medio como arma propagandística se concretó en la fundación en 1937 de los estudios de Cinecittà en Roma.
La formación y adoctrinamiento de la juventud fue uno de los principales objetivos que se marcó el Estado, distinguiendo entre las actividades dirigidas al sexo masculino o al femenino.
L'Opera Nazionale Dopolavoro se creó en 1925 con la finalidad de organizar el tiempo libre de los italianos, canalizándolo a través de la educación física, el deporte, la formación artística o el turismo
Fue un claro ejemplo de cómo el Estado totalitario intentaba llegar a los más recónditos espacios de la vida de los italianos, incluido el espacio familiar y personal.
En la implantación de sus ideales el Estado contó con la inestimable ayuda de la Iglesia Católica.
Ésta, tras los Pactos de Letrán (que reciben su nombre del palacio romano donde se firmaron en 1929), alcanzó el reconocimiento de la soberanía del estado del Vaticano y obtuvo importantes ventajas en materia educativa como la implantación de la enseñanza obligatoria de la materia de Religión en los niveles de Primaria y Secundaria.
También logró que el catolicismo fuese considerado la religión oficial del Estado. Salvo puntuales críticas, como la que realizó Pío XI en 1931, la Iglesia constituyó un sólido soporte del régimen fascista.
Pese a la constante y sistemática exaltación de nacionalismo, el fascismo italiano no desplegó las altas cotas de xenofobia y racismo que alcanzó el régimen nazi en Alemania.
Su antisemitismo fue más moderado, aunque se radicalizó a partir de 1938, en un intento de Mussolini por converger con Hitler en el tratamiento del “asunto racial”.
Publicado en:
http://www.claseshistoria.com/fascismos/fascismoitaliano.htm
CONSIGNAS:
1-A)¿Qué características tuvo la política socio-económica del fascismo?; b)¿Qué medidas específicas se tomaron para la agricultura?
2-¿Qué medidas se tomaron frente a la crisis del 29-30?
3-¿Cómo accionó el Estado fascista en el terreno social?
4-Seleccioná y copia 7 frases cortas que sean representativas de la política fascista en los ámbitos educativo y cultural
5-¿Cómo fue la relación del Estado fascista con el Vaticano?
6-¿Cuál fue la actitud del Estado fascista frente a los judíos italianos?
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