viernes, 19 de junio de 2020

EL ESTADO PERONISTA:






EL ESTADO PERONISTA Y SU INTERVENCIÓN EN LA VIDA SOCIAL: UN MODELO INDUSTRIALISTA CON REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA


EL SUBSIDIO A LA INDUSTRIA NACIONAL


“Los objetivos y las principales líneas de acción de la política económica del primer gobierno de Perón quedaron establecidos en el Primer Plan Quinquenal. Con esta planificación económica, el Estado procuraba incentivar el desarrollo de la industria y al mismo tiempo crear las bases que permitieran una redistribución de la riqueza en favor de los asalariados, aumentando el nivel de empleo, elevando el poder adquisitivo de los salarios y mejorando las condiciones de vida de los trabajadores. Una de las claves fue el aumento del gasto social en las áreas de educación, salud y vivienda.

A partir de 1946, el Estado peronista se propuso profundizar el proceso de sustitución de importaciones  de manufacturas industriales, y fue perfeccionando un complejo mecanismo institucional para fomentar el desarrollo de la rama metalmecánica y metalúrgica liviana. Estas industrias comenzaron a producir artefactos para el hogar –la ‘línea blanca’, como cocinas, heladeras, lavarropas, licuadoras, ventiladores y otros electrodomésticos- y orientaron su oferta al mercado interno.

El incentivo para crear nuevas industrias y ampliar las ya existentes, por medio de líneas de créditos accesibles, estaba profundamente relacionado con la expansión sostenida del consumo interno. Y éste sólo podía ser garantizado por un aumento real de los salarios, por el aumento de la capacidad de compra de los asalariados y con un número cada vez mayor de trabajadores en condiciones de gastar su salario.

Con estos objetivos, el  Estado llevó adelante planes de construcción de viviendas, hospitales y escuelas, y garantizó –a través de las obras sociales, la afiliación sindical y la expansión de planes de bienestar social- la satisfacción de las necesidades básicas de numerosos sectores de la población sin que éstos tuvieran que utilizar una parte de su salario para hacerlo. De este modo, la población disponía de un mayor volumen de ingresos que podía gastar comprando los productos industriales, y el aumento de las ventas estimulaba a los empresarios a realizar nuevas inversiones. El sector privado y el Estado generaban empleo y las obras públicas convertían al Estado en un consumidor importante.






Arriba: Tres de las producciones de IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado): el tractor PAMPA, el auto EL JUSTICIALISTA, y la camioneta RASTROJERO.
ElTractor Pampa, producido por IAME desde 1952, estaba basado en el Lanz Bulldog D9506 de origen alemán.

Además de aumentar el gasto social, el Estado aumentó también la inversión pública en obras de infraestructura y llevó adelante la nacionalización de importantes sectores de la economía: diversas áreas, como los ferrocarriles, de propiedad británica; los teléfonos, adquiridos a la empresa norteamericana ITT; el gas, las empresas de navegación fluvial, de ultramar y el transporte aéreo, pasaron a ser propiedad directa del Estado.

Siempre con el propósito de mantener la mayor parte de la masa salarial disponible para la compra de productos industriales, el Estado fijó precios máximos para los artículos de primera necesidad y controló el valor de los alquileres y de los arrendamientos rurales.



LAS DEBILIDADES DEL MODELO:



La expansión de la producción y el consumo producidos por la puesta en práctica de este modelo hizo difícil a sus protagonistas ver las debilidades, que se hicieron ostensibles luego de unos pocos años de crecimiento sostenido.

La debilidad estructural más grave era la dependencia de estas industrias de los insumos importados. Los bienes de capital –la mayor parte de las máquinas herramientas y hasta las chapas de acero- eran de origen extranjero. Esto significaba la necesidad de disponer de un fuerte volumen de dólares para hacer frente a las importaciones.

En este plano, la intervención del Estado estuvo orientada a captar, a través de complejos mecanismos institucionales, una parte de las divisas provenientes de las exportaciones de la burguesía agraria y derivarla por diferentes vías hacia el sostenimiento del sector industrial.

Las características de esta intervención estatal explican otra de las debilidades del modelo. Una de ellas derivaba del hecho de que la burguesía agraria no participaba de la alianza social que apoyaba al peronismo. Por lo tanto, si cambiaba la relación de fuerzas en el proceso de lucha política, los terratenientes y los comerciantes exportadores tendrían  la posibilidad de oponerse dejando de invertir y haciendo caer el volumen de las exportaciones y de los ingresos en divisas, lo que efectivamente hicieron.

Por otra parte, los diferentes tipos de subsidios garantizados por el Estado del algún modo protegieron a algunas industrias cuyas producciones eran de baja calidad y sin posibilidad de competir en el exterior debido a la tecnología obsoleta que utilizaban.



LOS MECANISMOS DE INTERVENCIÓN ESTATAL:



La intervención del Estado se concretó a través de una vasta red de regulaciones e instituciones públicas. Sus principales instrumentos fueron el Banco Central y el Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (IAPI).


El Banco Central fue nacionalizado (desde el Pacto Roca-Runciman participaban en su dirección representantes de bancos ingleses) al igual que los depósitos bancarios. Así, el Estado contó con un instrumento que le permitió controlar la política financiera y orientarla hacia la actividad industrial. Bajo la supervisión del Central, otros bancos canalizaron los créditos hacia diversos sectores: el Banco Hipotecario Nacional promovió la construcción de vivienda, el Banco de la Nación fomentó el crédito para el agro y el comercio, la Caja Nacional de Ahorro Postal estimuló a los pequeños ahorristas y el Banco de Crédito Industrial fomentó la inversión en industria y minería.

Por medio del IAPI, el Estado controló el comercio exterior, fijando los precios de las exportaciones agrícolas, regulando las importaciones y resguardando la producción nacional. El Estado fijaba los precios de los cereales y, de este modo, evitaba que la gran burguesía comercial y terrateniente –como los grupos Bunge y Born y Dreyfus- manejaran el mercado por medio de prácticas oligopólicas.

El IAPI permitió al Estado obtener un importante caudal de recursos que derivó hacia la industria y hacia la inversión social. De esta manera, se produjo una transferencia de ingresos de los sectores agroexportadores hacia la burguesía industrial y los sectores populares urbanos.

La política económica del Estado peronista presentaba una novedad: por primera vez los sectores agroexportadores –grandes comerciantes y terratenientes- no tenían capacidad de decidir ni de influir significativamente en las políticas públicas. Su entidad representativa –la SRA- adoptó una actitud defensiva y de no cuestionamiento frente a un Estado que transfería parte de sus ganancias tradicionales hacia otros sectores. Tanto la SA como la Bolsa de Comercio tuvieron actitudes conciliatorias con el gobierno de Perón. Pero cuando en 1949 aparecieron los primeros síntomas de deterioro económico, estos sectores fueron pasando de posturas antiperonistas discursivas hasta el apoyo de planes conspirativos para desestabilizar al gobierno.


LA POLÍTICA SOCIAL:



La euforia económica de los primeros años del gobierno peronista fue acompañada por una política social que mejoró las condiciones de vida del conjunto de los trabajadores y atendió las necesidades de los sectores más desprotegidos.

El fuerte incremento de la inversión del Estado en las áreas de vivienda y educación materializó en la construcción de más de medio millón de viviendas y alrededor de 8.000 escuelas. El acceso al sistema de educación pública de vastos sectores sociales, que hasta entonces sólo gozaban formalmente de ese derecho, significó la reducción del analfabetismo al 3% de la población.

La acción social del primer gobierno peronista estuvo liderada por la esposa de Perón, María Eva Duarte. Si bien su lugar institucional se reducía al pasivo y protocolar papel de primera dama, llevó adelante una intensa actividad política, por propia decisión y contando con el apoyo de los sectores sindicales.

Su actividad política generó fuertes controversias en la sociedad argentina. Para los peronistas se transformó en el símbolo de la justicia social. Para los trabajadores fue ‘Evita’, ‘la abanderada de los humildes’. Sus enemigos políticos –a los que calificó en enérgicos discursos como ‘oligarcas y vendepatrias’- la llamaron despectivamente ‘la Eva’.

La acción de Eva Perón fue sumamente original y rompió con muchas convenciones sociales de la época. La vida pública estaba reservada para los hombres y, excepcionalmente, para las damas de la elite, que realizaban tareas de beneficencia. Una mujer de origen humilde, que ocupaba una posición de poder poco clara desde el punto de vista institucional, generó el recelo y el odio de algunos sectores sociales.



Para desarrollar sus planes de acción social, Eva Perón creó una fundación que le permitió establecer un contacto personal directo y cotidiano con los sectores sociales más necesitados. La FUNDACIÓN EVA PERÓN, creada en 1948 en reemplazo de la Sociedad de Beneficencia, desplegó una intensa actividad: atendía pedidos individuales, creaba hogares para niños y ancianos, centros educativos, colonias de vacaciones, policlínicos, ciudades estudiantiles, preveía de materiales a Hospitales y escuelas, distribuía alimentos y construía viviendas populares.

La política social peronista y el papel protagónico de Eva Perón reafirmaron el antagonismo entre peronistas y antiperonistas. Eva Perón fue para los descamisados –como solía llamar a los trabajadores peronistas- quien los dignificaba y llevaba a la práctica la justicia social. Para los opositores al gobierno se trataba sólo de una actitud demagógica para conformar a los más pobres, de un reparto de dádivas que le permitía a Perón ampliar su base electoral. La sidra y el pan dulce que los trabajadores recibían para las fiestas de fin de año eran para algunos una demostración más de que el Estado se ocupaba de las necesidades de los más pobres, mientras que para otros era el símbolo de un Estado que derrochaba recursos para manipular la voluntad de ‘masas ignorantes’. “ (1)



(1): Texto tomado de:  ALONSO Y VÁZQUEZ, “La Argentina contemporánea, 1852-1999”, Editorial Aique, 2008, pags. 152 a 155

CONSIGNAS:

1-  Describí los mecanismos a través de los cuáles el Estado estimulaba el crecimiento económico en general e industrial en particular.
2-  Enumerá las debilidades del modelo
3-  a)¿Qué era y qué rol ocupaba la "FUNDACIÓN EVA PERÓN"?; B) ¿Por qué generaba tanto rechazo?
4-  a)¿Qué era el IAPI?; B)¿Qué rol desempeñaban los bancos en la política económica peronista?; c)¿Cuá fue la relación entre el peronismo y los sectores agroexportadores?
5-  ¿Cuáles fueron las acciones concretas que se emprendieron en esos años para mejorar las condiciones de vida de los sectores populares? . Enumeralas



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