EL ESTADO PERONISTA Y SU INTERVENCIÓN EN LA VIDA SOCIAL: UN
MODELO INDUSTRIALISTA CON REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
EL SUBSIDIO A LA INDUSTRIA NACIONAL
“Los objetivos y las principales líneas de acción de la
política económica del primer gobierno de Perón quedaron establecidos en el
Primer Plan Quinquenal. Con esta planificación económica, el Estado procuraba
incentivar el desarrollo de la industria y al mismo tiempo crear las bases que
permitieran una redistribución de la riqueza en favor de los asalariados,
aumentando el nivel de empleo, elevando el poder adquisitivo de los salarios y
mejorando las condiciones de vida de los trabajadores. Una de las claves fue el
aumento del gasto social en las áreas de educación, salud y vivienda.
A partir de 1946, el Estado peronista se propuso profundizar
el proceso de sustitución de importaciones
de manufacturas industriales, y fue perfeccionando un complejo mecanismo
institucional para fomentar el desarrollo de la rama metalmecánica y
metalúrgica liviana. Estas industrias comenzaron a producir artefactos para el
hogar –la ‘línea blanca’, como cocinas, heladeras, lavarropas, licuadoras,
ventiladores y otros electrodomésticos- y orientaron su oferta al mercado
interno.
El incentivo para crear nuevas industrias y ampliar las ya
existentes, por medio de líneas de créditos accesibles, estaba profundamente
relacionado con la expansión sostenida del consumo interno. Y éste sólo podía
ser garantizado por un aumento real de los salarios, por el aumento de la
capacidad de compra de los asalariados y con un número cada vez mayor de
trabajadores en condiciones de gastar su salario.
Con estos objetivos, el
Estado llevó adelante planes de construcción de viviendas, hospitales y
escuelas, y garantizó –a través de las obras sociales, la afiliación sindical y
la expansión de planes de bienestar social- la satisfacción de las necesidades
básicas de numerosos sectores de la población sin que éstos tuvieran que
utilizar una parte de su salario para hacerlo. De este modo, la población
disponía de un mayor volumen de ingresos que podía gastar comprando los
productos industriales, y el aumento de las ventas estimulaba a los empresarios
a realizar nuevas inversiones. El sector privado y el Estado generaban empleo y
las obras públicas convertían al Estado en un consumidor importante.
Arriba: Tres de las producciones de IAME (Industrias
Aeronáuticas y Mecánicas del Estado): el tractor PAMPA, el auto EL
JUSTICIALISTA, y la camioneta RASTROJERO.
ElTractor Pampa, producido por IAME desde 1952, estaba basado en el Lanz Bulldog D9506 de origen alemán.
Además de aumentar el gasto social, el Estado aumentó
también la inversión pública en obras de infraestructura y llevó adelante la
nacionalización de importantes sectores de la economía: diversas áreas, como
los ferrocarriles, de propiedad británica; los teléfonos, adquiridos a la
empresa norteamericana ITT; el gas, las empresas de navegación fluvial, de
ultramar y el transporte aéreo, pasaron a ser propiedad directa del Estado.
Siempre con el propósito de mantener la mayor parte de la
masa salarial disponible para la compra de productos industriales, el Estado
fijó precios máximos para los artículos de primera necesidad y controló el valor
de los alquileres y de los arrendamientos rurales.
LAS DEBILIDADES DEL MODELO:
La expansión de la producción y el consumo producidos por la
puesta en práctica de este modelo hizo difícil a sus protagonistas ver las
debilidades, que se hicieron ostensibles luego de unos pocos años de
crecimiento sostenido.
La debilidad estructural más grave era la dependencia de
estas industrias de los insumos importados. Los bienes de capital –la mayor
parte de las máquinas herramientas y hasta las chapas de acero- eran de origen
extranjero. Esto significaba la necesidad de disponer de un fuerte volumen de
dólares para hacer frente a las importaciones.
En este plano, la intervención del Estado estuvo orientada a
captar, a través de complejos mecanismos institucionales, una parte de las
divisas provenientes de las exportaciones de la burguesía agraria y derivarla
por diferentes vías hacia el sostenimiento del sector industrial.
Las características de esta intervención estatal explican
otra de las debilidades del modelo. Una de ellas derivaba del hecho de que la
burguesía agraria no participaba de la alianza social que apoyaba al peronismo.
Por lo tanto, si cambiaba la relación de fuerzas en el proceso de lucha
política, los terratenientes y los comerciantes exportadores tendrían la posibilidad de oponerse dejando de
invertir y haciendo caer el volumen de las exportaciones y de los ingresos en
divisas, lo que efectivamente hicieron.
Por otra parte, los diferentes tipos de subsidios
garantizados por el Estado del algún modo protegieron a algunas industrias
cuyas producciones eran de baja calidad y sin posibilidad de competir en el
exterior debido a la tecnología obsoleta que utilizaban.
LOS MECANISMOS DE INTERVENCIÓN ESTATAL:
La intervención del Estado se concretó a través de una vasta
red de regulaciones e instituciones públicas. Sus principales instrumentos
fueron el Banco Central y el Instituto Argentino para la Promoción del
Intercambio (IAPI).
El Banco Central fue nacionalizado (desde el Pacto
Roca-Runciman participaban en su dirección representantes de bancos ingleses)
al igual que los depósitos bancarios. Así, el Estado contó con un instrumento
que le permitió controlar la política financiera y orientarla hacia la actividad
industrial. Bajo la supervisión del Central, otros bancos canalizaron los
créditos hacia diversos sectores: el Banco Hipotecario Nacional promovió la
construcción de vivienda, el Banco de la Nación fomentó el crédito para el agro
y el comercio, la Caja Nacional de Ahorro Postal estimuló a los pequeños
ahorristas y el Banco de Crédito Industrial fomentó la inversión en industria y
minería.
Por medio del IAPI, el Estado controló el comercio exterior,
fijando los precios de las exportaciones agrícolas, regulando las importaciones
y resguardando la producción nacional. El Estado fijaba los precios de los
cereales y, de este modo, evitaba que la gran burguesía comercial y
terrateniente –como los grupos Bunge y Born y Dreyfus- manejaran el mercado por
medio de prácticas oligopólicas.
El IAPI permitió al Estado obtener un importante caudal de
recursos que derivó hacia la industria y hacia la inversión social. De esta
manera, se produjo una transferencia de ingresos de los sectores
agroexportadores hacia la burguesía industrial y los sectores populares
urbanos.
La política económica del Estado peronista presentaba una
novedad: por primera vez los sectores agroexportadores –grandes comerciantes y
terratenientes- no tenían capacidad de decidir ni de influir significativamente
en las políticas públicas. Su entidad representativa –la SRA- adoptó una
actitud defensiva y de no cuestionamiento frente a un Estado que transfería
parte de sus ganancias tradicionales hacia otros sectores. Tanto la SA como la
Bolsa de Comercio tuvieron actitudes conciliatorias con el gobierno de Perón.
Pero cuando en 1949 aparecieron los primeros síntomas de deterioro económico,
estos sectores fueron pasando de posturas antiperonistas discursivas hasta el
apoyo de planes conspirativos para desestabilizar al gobierno.
LA POLÍTICA SOCIAL:
La euforia económica de los primeros años del gobierno
peronista fue acompañada por una política social que mejoró las condiciones de
vida del conjunto de los trabajadores y atendió las necesidades de los sectores
más desprotegidos.
El fuerte incremento de la inversión del Estado en las áreas
de vivienda y educación materializó en la construcción de más de medio millón
de viviendas y alrededor de 8.000 escuelas. El acceso al sistema de educación
pública de vastos sectores sociales, que hasta entonces sólo gozaban
formalmente de ese derecho, significó la reducción del analfabetismo al 3% de
la población.
La acción social del primer gobierno peronista estuvo
liderada por la esposa de Perón, María Eva Duarte. Si bien su lugar institucional
se reducía al pasivo y protocolar papel de primera dama, llevó adelante una
intensa actividad política, por propia decisión y contando con el apoyo de los
sectores sindicales.
Su actividad política generó fuertes controversias en la
sociedad argentina. Para los peronistas se transformó en el símbolo de la
justicia social. Para los trabajadores fue ‘Evita’, ‘la abanderada de los
humildes’. Sus enemigos políticos –a los que calificó en enérgicos discursos
como ‘oligarcas y vendepatrias’- la llamaron despectivamente ‘la Eva’.
La acción de Eva Perón fue sumamente original y rompió con
muchas convenciones sociales de la época. La vida pública estaba reservada para
los hombres y, excepcionalmente, para las damas de la elite, que realizaban
tareas de beneficencia. Una mujer de origen humilde, que ocupaba una posición
de poder poco clara desde el punto de vista institucional, generó el recelo y
el odio de algunos sectores sociales.
Para desarrollar sus planes de acción social, Eva Perón creó
una fundación que le permitió establecer un contacto personal directo y
cotidiano con los sectores sociales más necesitados. La FUNDACIÓN EVA PERÓN,
creada en 1948 en reemplazo de la Sociedad de Beneficencia, desplegó una
intensa actividad: atendía pedidos individuales, creaba hogares para niños y
ancianos, centros educativos, colonias de vacaciones, policlínicos, ciudades
estudiantiles, preveía de materiales a Hospitales y escuelas, distribuía
alimentos y construía viviendas populares.
La política social peronista y el papel protagónico de Eva
Perón reafirmaron el antagonismo entre peronistas y antiperonistas. Eva Perón
fue para los descamisados –como solía llamar a los trabajadores peronistas-
quien los dignificaba y llevaba a la práctica la justicia social. Para los
opositores al gobierno se trataba sólo de una actitud demagógica para conformar
a los más pobres, de un reparto de dádivas que le permitía a Perón ampliar su
base electoral. La sidra y el pan dulce que los trabajadores recibían para las
fiestas de fin de año eran para algunos una demostración más de que el Estado se
ocupaba de las necesidades de los más pobres, mientras que para otros era el
símbolo de un Estado que derrochaba recursos para manipular la voluntad de ‘masas
ignorantes’. “ (1)
(1): Texto tomado de: ALONSO Y VÁZQUEZ, “La Argentina contemporánea,
1852-1999”, Editorial Aique, 2008, pags. 152 a 155
CONSIGNAS:
1- Describí los mecanismos a través de los cuáles el Estado estimulaba el crecimiento económico en general e industrial en particular.
2- Enumerá las debilidades del modelo
3- a)¿Qué era y qué rol ocupaba la "FUNDACIÓN EVA PERÓN"?; B) ¿Por qué generaba tanto rechazo?
4- a)¿Qué era el IAPI?; B)¿Qué rol desempeñaban los bancos en la política económica peronista?; c)¿Cuá fue la relación entre el peronismo y los sectores agroexportadores?
5- ¿Cuáles fueron las acciones concretas que se emprendieron en esos años para mejorar las condiciones de vida de los sectores populares? . Enumeralas
CONSIGNAS:
1- Describí los mecanismos a través de los cuáles el Estado estimulaba el crecimiento económico en general e industrial en particular.
2- Enumerá las debilidades del modelo
3- a)¿Qué era y qué rol ocupaba la "FUNDACIÓN EVA PERÓN"?; B) ¿Por qué generaba tanto rechazo?
4- a)¿Qué era el IAPI?; B)¿Qué rol desempeñaban los bancos en la política económica peronista?; c)¿Cuá fue la relación entre el peronismo y los sectores agroexportadores?
5- ¿Cuáles fueron las acciones concretas que se emprendieron en esos años para mejorar las condiciones de vida de los sectores populares? . Enumeralas
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