jueves, 18 de junio de 2020

PERONISMO: INTERPRETACIONES Y TESTIMONIOS



ORIGENES DEL PERONISMO:


“La irrupción del peronismo tuvo un carácter tumultuoso y, para la casi totalidad de la población argentina, sorpresivo. Las masas obreras que el 17 de octubre de 1945 entraron en la escena política lo hicieron de manera abrupta, pero la génesis de éste movimiento social debe rastrearse algunos años más atrás.

Para comprender ese acontecimiento es indispensable tener en cuenta las profundas transformaciones que se habían producido en la organización de la economía y la sociedad argentinas. Desde 1930, la progresiva profundización del proceso de industrialización había originado el crecimiento y la concentración de sectores asalariados urbanos en Buenos Aires, en Rosario y sus zonas periféricas; y también planteó nuevos problemas en el ámbito de las relaciones laborales, entre los trabajadores y sus empleadores. Fue cada vez más frecuente y necesaria la intervención del Estado en esa relación, debido a la creciente complejidad y al volumen de los conflictos que se suscitaban en el mundo del trabajo. El peronismo se fue gestando en ese marco de profunda  reorganización de las relaciones entre los tranajadores, los empresarios y el Estado.” (1)


LA DEMOCRACIA DE MASAS:


“El proceso histórico que se inició entre 1943 y 1945 significó un cambio decisivo en la historia argentina del siglo XX. En esos años se fue conformando un movimiento social y político –el peronismo- que impulsó transformaciones que dejaron una profunda huella en nuestra sociedad.

Desde aquellos años, el peronismo fue un protagonista casi excluyente de la historia de la sociedad argentina, tanto cuando Juan Domingo Perón estuvo al frente del Estado, como cuando el movimiento que él conducía fue proscripto o marginado de la escena política.

La irrupción del peronismo provocó importantes modificaciones en todos los planos de la vida social. En el campo económico propuso un modelo basado en el desarrollo industrial, orientado hacia el mercado interno con una fuerte intervención estatal, y en la redistribución del ingreso en favor de los sectores asalariados.

En lo social llevó adelante una amplia política de reformas que establecieron importantes derechos sociales para los trabajadores.

En el plano político se modificaron sustancialmente las relaciones entre el Estado, las clases sociales y sus organizaciones representativas. El Estado peronista asumió un rol protagónico como un actor político con objetivos propios. La extensión de los derechos de ciudadanía al conjunto de la sociedad argentina y la participación política activa de las masas obreras –hasta entonces excluídas o marginadas del sistema político- fueron los pilares de la democracia de masas que proyectó el peronismo.

En el ámbito cultural se fue conformando una nueva cultura popular que incorporó las pautas y tradiciones de los sectores sociales que se incorporaron al consumo y a la ciudadanía plena.”(2)


TESTIMONIOS SOBRE LA JORNADA DEL 17 DE OCTUBRE : 


“Si este cuerpo no resuelve la huelga general les puedo asegurar que se producirá lo mismo, por el estado emotivo de los trabajadores. Acabo de tener un comunicado telefónico con carácter de urgente desde Rosario, donde se me ha inquirido en forma enérgica cuál es la posición de la central obrera. Ustedes saben que nosotros ya hemos constituido un comité de huelga y que la huelga ya está declarada, y en tal sentido se me ha dado mandato al venir aquí,. Únicamente están esperando las instrucciones de la CGT a los efectos de que el movimiento se haga en forma coordinada.  

Pero les aseguro, sin ánimo de presionarles, que si aquí no se vota la huelga, en Rosario se iráa al paro lo mismo”.

Ramón Bustamante

Sindicato de la Carne de Rosario



“Hay que dejar bien claro que la CGT no puede, por razones de principio, declarar la huelga general solicitando la libertad del coronel Perón. Tenemos una gran deuda de gratitud hacia él, pero son nuestros principios los que orientan al movimiento obrero. La CGT no puede pedir en forma directa la libertad de Perón. Esto sería enajenar el futuro de la clase obrera. Si resolviéramos declarar la huelga, repito que tendría que decirse bien claro que es en defensa de las conquistas obreras amenazadas por la reacción capitalista; de lo contrario, proclamaríamos que la existencia de nuestro movimiento está ligada a la suerte de un oficial del ejército”

Néstor Álvarez

Secretario Adjunto de la CGT



“Por muchos que demos vueltas al asunto, si hemos de declarar la huelga general, esta será por la libertad del coronel Perón, porque reclamando su retorno al gobierno estamos defendiendo nuestras conquistas, pues él ha sido el único que ha hecho justicia a las aspiraciones obreras. Si la CGT pide y gestiona la libertad de Perón no vulnerará los principios sindicales, porque podemos decir ahora que Perón es uno de los nuestros. Tenemos que vivir la realidad del movimiento al que pertenecemos. Yo nunca pude comprender por qué los trabajadores no se organizaban antes, por qué eran descreídos y escépticos. Sin embargo, bastó que las autoridades revolucionarias con el coronel Perón a la cabeza empezaran a realizar su obra de justicia social, aumentando los salarios, velando por el estricto cumplimiento de las leyes que protegen el trabajo, para que los obreros despertaran de su letargo y acudieran en masa a los sindicatos, desde los cuales los llamábamos nosotros desde hace muchos años. Por eso existe hoy un sentimiento de malestar en el pueblo ante los hechos producidos contra el hombre que posibilitó la creación de este movimiento de grandes masas que actualmente tenemos y no aquel otro raquítico en el que vegetábamos unos cuantos militantes”.

Ramón W. Tejada

Sindicato ferroviario



“Entraba el número anterior en prensa cuando, desde Avellaneda, salían en dirección a la Capital las primeras bandas armadas del peronismo, obedeciendo a un plan de acción dirigido por el coronel y sus asesores nazis. El plan se reveló en toda su audacia el día 17. Las bandas armadas del peronismo entraban en acción para sembrar la confusión y el terror en la población desprevenida, con el propósito de crear el clima favorable para un nuevo golpe sorpresivo al gobierno […] El peronismo logró engañar a algunos sectores de la clase obrera, pequeños por cierto, en especial a jóvenes y mujeres recientemente incorporados a la producción y del interior, a quienes no había llegado la prédica democrática por la represión del movimiento obrero y popular. Esos sectores engañados de la clase obrera fueron en realidad dirigidos por el malevaje peronista que, repitiendo escenas dignas de la época de Rosas, y remedando lo ocurrido en los orígenes del fascismo en Italia y Alemania, demostró lo que era arrojándose contra los hogares, contra el pudor y la honestidad, contra la decencia, contra la cultura…”

De ORIENTACIÓN

Órgano oficial del Partido Comunista Argentino

Publicado el 24 de octubre de 1945



“Un conato de revolución militar obligó a Perón a retirarse transitoriamente del poder y permitió la cuidadosa organización de su retorno a la vida pública en condiciones excepcionales que demostraban el trasfondo de su política y sus planes.

Con la colaboración desembozada de fuertes grupos militares y de la policía, se organizó el 17 de octubre de 1945 una marcha sobre Buenos Aires para exigir la ‘libertad’ de Perón. El movimiento tenía –en gran escala- la misma estructura interna de otros que anteriormente había organizado la policía para otorgar un poco de calor popular a los actos de gobierno de la revolución de 1943; pero era inequívoco que ahora existía también un movimiento espontáneo de masas populares para las cuales el nombre de Perón se había transformado en bandera de un movimiento social”

José Luis Romero

Las ideas políticas en la Argentina, Buenos Aires, 1981



“No hay nada en nuestra historia que se parezca a lo del 17 de Octubre […] Porque lo más singular del 17 de octubre fue la violenta y desnuda presentación de una nueva realidad humana que era expresión auténtica de una nueva realidad nacional. Y eso es lo que le resultó más chocante a esta Buenos Aires orgullosa de su rostro europeo: reconocer en esa horda desaforada que tenía el color de la tierra, una caricatura vergonzosa de su propia imagen. Caras, voces, coros, tonos desconocidos: la ciudad los vio con la misma aprensión con que vería a los marcianos desembarcando en nuestro planeta. Argentinos periféricos, ignorados, omitidos, apenas presumidos, que de súbito aparecieron en el centro mismo de la urbe paraa imponerse arrolladoramente. Por eso lo del 17 de octubre no provocó el rechazo que provoca una fracción política partidista frente a otra: fue un rechazo instintivo, visceral, por parte de quienes miraban desde las veredas el paso de las turbulentas columnas. Empezaba la mañana cuando comenzaron a llegar rotundos, desafiantes, caminando o en vehículos que habían tomado alegremente por asalto y cuyos costados repetían hasta el hartazgo el nombre de Perón en tiza, cal y carbón.

A medida que avanzaban, las cortinas de los negocios se bajaban abruptamente como tableteo de ametralladoras. Nadie los conducía, todos eran capitanes”.

Félix Luna

“El 45”, Buenos Aires, 1982



“La burocracia estatal (coroneles Mercante y su séquito de Trabajo y Previsión), el ejército y la policía (coroneles Velazco, Pistarini), curas, políticos burgueses y aventureros (Bramuglia, Eva Duarte de Perón, Benítez) y burócratas sindicales inspirados por la Iglesia y manejados por Trabajo y Previsión (Cipriano Reyes) deciden apelar a la huelga general […] La clase obrera –en particular donde mayor es la densidad de trabajadores provenientes del interior- responde y sale a la calle. Desde luego que no salen a la fuerza: salen por su propia voluntad, porque quieren a Perón y van a gritar su nombre, en Plaza de Mayo, sin que nadie los obligue ni los fuerce a ello. En este sentido es indudable que la movilización del 17 de octubre fue espontánea: en el sentido de que los obreros salieron a la calle por su propia voluntad, sin que se ejerciera coerción sobre ellos; con tanta espontaneidad, en fin, como salen para ir a la cancha de fútbol o al cine. Pero si cada obrero actuó espontáneamente, la clase obrera como clase no se movilizó espontáneamente ni fue esa una movilización autónoma […]. El ejército, la policía y la Iglesia junto con los políticos peronistas, movían los hilos y amenazaban con desatar la furia de las masas que aguardaban en la Plaza de Mayo. Pero lo cierto es que las masas no daban indicio alguno de estar furiosas; y su único gesto contrario al orden burgués y a las buenas costumbres consistió en refrescar sus pies en la Plaza de Mayo”.

Milcíades Peña

“Industrialización y clases sociales en la Argentina”, Buenos Aires, 1986.



“Pero los trabajadores ya no consintieron una nueva vergüenza: todo el país quedó paralizado por una huelga general y las multitudes marchan hacia la plaza de Mayo donde exigen la libertad de Perón y su vuelta al poder […] El fenómeno estaba fuera de la capacidad de percepción de la mentalidad política tradicional. Se le buscaron muchas explicaciones, todas falsas. La conclusión fue que lo de plaza de Mayo no habría sido una gigantesca manifestación del pueblo, sino una cita de lo más bajo de la sociedad, de la oscura fuerza de la anarquía y la desintegración […] El partido mayoritario , la UCR, aclaró que se trataba de un acto ‘preparado por la Policía Federal y la Secretaría de Trabajo y Previsión, convertida en una gran maquinaria fascista’. El Partido Comunista lo caracterizó así: ‘…se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que recorrieron la ciudad no representaban ninguna clase de la sociedad argentina. Era el malevaje reclutado por la policía y la Secretaría de Trabajo para amedrentar a la población’. En cuanto a los socialistas, le dedicaron joyas de su desopilante literatura, hablando de ‘ignorancia, indigencia más mental que física, fuerzas de resentimiento, etcétera.” (3)

John William Cooke: “Peronismo crítico”, Buenos Aires, 1973





CONSIGNAS:

1-       ¿Con qué situaciones vincula el primer texto el surgimiento del peronismo?

2-      ¿Qué modificaciones impulsó, según el segundo texto, el peronismo?

3-      ¿Por qué sostiene Bustamante que va a haber huelga sí o sí?

4-      ¿Qué es lo que le preocupa a Néstor Álvarez?

5-      ¿Con qué argumentos defiende Tejada la huelga?

6-       ¿Qué caracterización hizo el Partido Comunista argentino de 1945 sobre el 17 de octubre?

7-      Explicá las dos conclusiones que saca Romero sobre los hechos del 17 de octubre.

8-      A) ¿Qué representan para Luna los manifestantes del 17 de octubre? ; b) ¿Cómo explica Luna el profundo rechazo que genera en algunos sectores sociales?

9-      A) ¿Cómo caracteriza Peña a la alianza peronista?; b) ¿Qué aspectos positivos y negativos marca Peña en los sucesos del 17 de octubre?

10-   A) ¿Qué destaca John William Cooke?; B) ¿Qué critica Cooke de la interpretación de radicales, socialistas y comunistas?







NOTAS:

(1): Alonso, Elisalde, Vázquez: “La Historia Argentina del siglo XX”, Aique, 1997, pag.44

(2): Alonso, Elisalde, Vázquez: “La Historia Argentina del siglo XX”, Aique, 1997, pag.41

(3): Todos los testimonios fueron tomados del mismo libro, pags.76 a 79


No hay comentarios:

Publicar un comentario