domingo, 26 de septiembre de 2021

HISTORIA, SEXUALIDAD Y ESI: EL CASO DE ROMA


El gran líder romano Julio César tenía, como era común en la época, costumbres que nos resultan extrañas...


10 curiosidades sobre el sexo en la antigua Roma

National Geographic del 23-11-2020


Aunque muchos aspectos de nuestra sociedad derivan directamente de la antigua Roma, otros son muy diferentes. Los romanos veían la sexualidad de un modo bastante distinto al nuestro y algunas de sus costumbres nos resultarían chocantes.

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No importaba tanto qué hacías, sino quién lo sabía

Aunque la sociedad romana tenía (como todas) una serie de reglas acerca del sexo, en la intimidad muchos no las respetaban. Pero el problema no era hacer algo considerado “indigno”, sino quién lo sabía y sobre todo quién podía demostrarlo. La acusación por parte de otro hombre libre podía arruinar la carrera de un senador, si provenía de una mujer plebeya tenía más posibilidades de salir airoso (no así si era noble, pues una patricia tenía su honor y una plebeya no), y si era un esclavo quien le acusaba entonces no tenía que preocuparse de nada. El estatus social lo era todo en Roma y el valor de la palabra era proporcional a la importancia de quien la esgrimía; por ello, un hombre o una mujer de alto rango podían permitirse sus placeres, asegurándose siempre de que no lo supiera nadie cuya palabra fuera tomada en serio.


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No existía el concepto de homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad...

Todas las etiquetas que hoy aplicamos a la sexualidad no tendrían ningún sentido para un romano: para la sociedad romana el sexo era sexo, así de simple. Los hombres podían tener relaciones con miembros del mismo sexo o del opuesto y nadie les criticaba por ello, siempre que la otra persona tuviera menos estatus social (sirvientes, esclavos e incluso hombres libres pero extranjeros). En el caso de las mujeres casadas tenían que llevarlo con discreción porque estaba en juego su honor, pero las libertas o las extranjeras podían permitirse una mayor libertad ya que los romanos no las consideraban miembros de pleno derecho de la sociedad.



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La virginidad masculina era algo inaceptable

Era común que los hombres, ya en su adolescencia, frecuentaran los burdeles o tuvieran relaciones con las sirvientas o esclavas. La virginidad masculina era algo extremadamente mal visto en la sociedad romana porque el hombre tenía que ser siempre un dominador. En cambio, la mujer (sobre todo si era de clase alta) sí tenía la obligación de llegar virgen al matrimonio, principalmente por una cuestión moral: había que evitar que la mujer conociera el placer del sexo porque se consideraba que este conocimiento podía inducirla al adulterio.


También era inaceptable para un hombre ser la parte “sometida”


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También era inaceptable para un hombre ser la parte “sometida”

Un hombre podía practicar sexo con quien quisiera, pero siempre debía ser la parte dominante. Ser penetrado por otro hombre equivalía a ponerse en una situación sumisa, todo lo contrario al ideal romano: la acusación de haber sido la parte pasiva en una relación podía bastar para arruinar la carrera de un político, como estuvo a punto de sucederle a Julio César en su juventud. Peor aún era la acusación de haber practicado sexo oral a una mujer, aunque fuera su esposa, ya que para los romanos la boca era el instrumento de la política, el comercio y todas las actividades importantes, y “ensuciarla” equivalía a despreciar su importancia para la comunidad.


Mercado de esclavos en Roma, Jean-Léon Gérôme. Tanto hombres como mujeres usaban a sus esclavos como “juguetes sexuales”


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Tanto hombres como mujeres usaban a sus esclavos como “juguetes sexuales”

Para la mentalidad romana, un esclavo era una propiedad de la que podía disponer como más le conviniera, incluyendo para el sexo. Lo importante, de nuevo, era respetar la jerarquía social: ni un hombre ni una mujer debían hacerse penetrar por sus esclavos ni practicarles sexo oral; no debían darles placer de ningún modo pero ellos estaban obligados a dárselo a sus amos. Las mujeres, debido a su honorabilidad, estaban más limitadas, pero también podían disponer de sus esclavas para fines sexuales; de hecho, era preferible que emplearan a otras mujeres porque, en el peor de los casos, nadie podría acusarlas de haberse dejado dominar haciéndose penetrar por un esclavo.



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Las tabernas ofrecían los servicios sexuales de sus camareras

Los “fast food” y tabernas romanas no solo ofrecían comida y bebida, sino también los servicios sexuales de sus camareras. Por ello, este era uno de los oficios considerados “infames” (indignos) y generalmente recaía en mujeres de muy bajo estatus social, como esclavas, libertas pobres o extranjeras. Pero si la necesidad apretaba, no era imposible que el propietario de una taberna llegase a prostituir a sus propias hijas, sabiendo que eso las condenaba a no salir nunca de los estratos más bajos de la sociedad.


Se podía identificar a las prostitutas por el color de los cabellos y la ropa


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Se podía identificar a las prostitutas por el color de los cabellos y la ropa

Las prostitutas tenían una consideración social incluso peor (refiriéndonos a las de clase baja, no a las ricas cortesanas), por lo que cualquier miembro “respetable” de la sociedad quería evitar ser visto junto a ellas. Por ese motivo, las prostitutas debían resultar fácilmente identificables. El modo más evidente era teñirse el cabello de colores claramente artificiales, como azul y naranja. También se las podía reconocer por su ropa: mientras la típica mujer romana usaba una vestimenta muy recatada, las prostitutas usaban ropa sencilla, ligera (lo que también les permitía desvestirse y vestirse rápidamente) y que resaltara las formas del cuerpo.



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La prostitución era extremadamente barata

Y cuando decimos extremadamente barata, no es una exageración: un servicio sexual económico podía costar lo mismo que una copa de mal vino, alrededor de uno o dos ases. Este precio no solo se aplicaba a los peores burdeles, sino incluso a los ya mencionados servicios de las camareras, y se explica porque a esos lugares solo acudían las clases bajas y las mujeres que se prostituían (y menos frecuentemente hombres) eran esclavas o libertas pobres, que no tenían ninguna esperanza de ascenso social. Totalmente distintas eran las meretrices, el equivalente a las hetairas griegas: mujeres cultas y ricas que no solo proporcionaban sexo, sino también una compañía agradable. Sin embargo, por mucho que gozaran de un mayor respeto por su riqueza, para la moral romana seguían siendo indignas y en ningún caso equiparables a una “auténtica” mujer, que debía ser pudorosa.



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La “pornografía” era considerada de buen gusto

No es extraño que las excavaciones revelen mosaicos u objetos de temática sexual: lo que hoy se llamaría pornografía era algo muy aceptado por los romanos, hasta el punto de usarlo como motivo de mosaicos, estatuas y objetos personales como espejos. En Roma se consideraba que el sexo era un regalo de Venus, la diosa del amor, y si era un regalo no había que ocultarlo ni despreciarlo. Esto puede parecer contradictorio con la importancia que daban al pudor, pero en realidad no lo es: se era libre de gozar de los placeres de Venus, siempre que se hiciera según lo considerado correcto socialmente.



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La pedofilia era socialmente aceptada (hasta cierto punto)

Tener relaciones sexuales con menores de edad, incluso muy jóvenes, no era motivo de escándalo, al contrario: podía estar incluso bien considerado porque la diferencia de edad era un signo de dominación. De hecho, los romanos solían iniciarse en el sexo con muchachos o muchachas muy jóvenes, apenas entrados en la pubertad, y no era raro que un romano rico dispusiera de esclavos jóvenes cuyo único propósito fuera complacerle sexualmente; el sexo con la propia esposa generalmente tenía fines procreativos, ya que muchos matrimonios eran alianzas políticas y no tenía por qué haber amor de por medio.

CONSIGNAS:

1- ¿Qué aspectos de la sexualidad romana te parecen más extraños?

2- ¿En qué aspectos se asemejan a los criterios de nuestra sociedad?

Publicado en:

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/10-curiosidades-sobre-sexo-antigua-roma_15878


DIVERSIDAD Y VALORES


 ¿Qué significa respeto a la diversidad?

El respeto a la diversidad es una habilidad profundamente interpersonal, y se puede definir como el entendimiento de que las personas participan paritariamente en un mundo ético común, en virtud de su condición humana, al tiempo que se reconoce la singularidad y diferencias de cada individuo. El respeto por la diversidad va más allá de la tolerancia y la comprensión, pues implica reconocer y promover activamente el valor igualitario de todas las personas, sin condescendencia.

Como lo expresa Danilo Manzano, “la diversidad es una riqueza, algo muy positivo, no algo a lo que tenemos que tener miedo”.


Educar en valores. El respeto a la diversidad

Respetar las diferencias prepara a los niños para ser solidarios y tolerantes con los demás

Como seres humanos somos todos iguales, aunque nos diferencian algunos valores según la familia de la que hacemos parte y de la sociedad en la que vivimos. Por esta razón, el respeto a las diferencias, a lo diverso, a las distintas culturas y razas, también hacer parte de la educación de damos a nuestros hijos. Un aprendizaje y enseñanza que deben ser transmitidos a los niños desde que son muy pequeños.


Respeto a la diversidad


Los niños deben recibir una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad, la oportunidad de desarrollar sus aptitudes, su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil y participativo de la sociedad.


El niño debe ser protegido contra todas las prácticas que puedan fomentar la discriminación. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, solidaridad, tolerancia, amistad, paz y fraternidad. Son derechos fundamentales para la vida de los niños.


La discriminación del niño puede ocurrir en cualquier ámbito. Por ello, es sumamente importante que los niños aprendan a no discriminar ni ver el racismo como algo normal. El niño debe comprender que la diversidad existe y como tal se debe respetar. Los niños deben aprender a hacer amigos y respetar a los demás, independientemente de su color de piel, de sus rasgos, de cómo es su pelo,  si habla otro idioma, y a respetar su cultura y sus tradiciones.


Los niños deben saber que la diversidad nos trae riquezas de informaciones y de experiencias. Que podemos aprender mucho con las diferencias. En lugar de criticarla, debemos aprender con ella y darle su real valor. Esa es una tarea importante principalmente en los días actuales en que cada día son más las familias que emigran e imigran de un lugar a otro.


Consejos para que los niños sean tolerantes con la diversidad

Cuando se enseña a los niños a respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, religión o incluso discapacidades, no solamente es importante para el desarrollo del mundo, sino que prepara a los niños para ser tolerantes, solidarios, respetuosos, y a valorar y aprender de los demás. Los niños deben saber que lo distinto nos permite aprender más unos de los otros y a que no tomemos decisiones basadas en prejuicios. Un niño es respetuoso con las diferencias:


- Cuando sus padres también lo son. Son un ejemplo.


- Cuando leen cuentos e historias de otras culturas


- En la escuela y colegios. Los niños deben aprender a amar a sus compañeros


- Cuando valoran los idiomas


- Cuando se les junta a niños diferentes en los parques, en los campamentos de verano, en las colonias de verano, en el colegio, etc.


- Cuando visitan exposiciones sobre distintos países


- En los viajes, conociendo otras tradiciones y costumbres.


- Cuando les animan a hacer excursiones


- Jugando y compartiendo momentos y juguetes con todos


En el mundo globalizado de hoy el respeto a la diversidad es fundamental. En todos los países muchos son los estudiantes extranjeros, que comparten aula con estudiantes del propio país, en una inmejorable oportunidad para enriquecer nuestra cultura y la formación de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país.

Estudiantes de muchas nacionalidades, conviven en los colegios de nuestra red educativa, hecho que nos ofrece una oportunidad inmejorable para inculcar el respeto a la diversidad en nuestros estudiantes. En este sentido, es importante inculcarles que todos somos iguales y que merecemos el mismo trato, aunque nos diferencien cosas como el color de piel, el pelo, las costumbres, el acento o el idioma, entre muchas otras.


Por otra parte, los niños tienen el derecho de recibir una educación que favorezca su cultura general y que les permita, en condiciones de igualdad, desarrollar sus aptitudes y habilidades, su juicio individual y su sentido de la responsabilidad y la honestidad. Esta formación valórica les permitirá ser personas útiles y participativas, lo que a su vez enriquece el desarrollo de nuestra sociedad y del país en general.


Además, es fundamental que los niños y niñas sean protegidos ante cualquier tipo de práctica que pueda fomentar la discriminación, ya que no solo estamos protegiendo al agredido, sino también ayudando a erradicar este tipo de conductas al interior de la comunidad escolar. Para lograr esto debemos fomentar en los estudiantes: comprensión, solidaridad, tolerancia, amistad, paz y fraternidad.


La discriminación puede ocurrir en cualquier ámbito, por esto es vital comenzar haciendo entender a los niños que el racismo no es algo normal y que es una conducta negativa, dañina y denigrante. Por el contrario, debemos hacer ver a los niños que la diversidad es algo valioso, que nos enriquece como seres humanos y que nos ofrece la oportunidad de aprender de otros que son distintos a mí.


Sin duda esta tarea no es sencilla, pero en el mundo globalizado en el que vivimos hoy se hace sencillamente vital. Más aún en un país como Chile, en el que como mencionamos al inicio de este reportaje, cada año recibe una mayor cantidad de inmigrantes de diversos países.

Día del Respeto a la Diversidad Cultural en Argentina

12 DE OCTUBRE DE 2020

DIVERSIDAD CULTURAL EFEMÉRIDES

 

Mediante el decreto 1584, emitido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2010, se estableció el 12 de octubre como día del “Respeto a la Diversidad Cultural” en Argentina. Para conmemorar la fecha, reivindicamos la importancia de la diversidad cultural y del diálogo intercultural.

Dentro de las consideraciones que se tuvieron en cuenta a la hora de cambiar la denominación oficial del entonces extendido "Día de la Raza", se destaca en el Decreto 1584/2010:


"[…] se modifica la denominación del feriado del día 12 de octubre, queriendo destacar y rememorar las muertes de los pueblos originarios y dotando a dicha fecha de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional  y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos". 




Fue a partir de 2007, cuando el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) presentó un proyecto para cambiar la denominación y que esa misma fecha, el 12 de octubre, se convirtiera en un “día de reflexión histórica y diálogo intercultural”.


Por otra parte, el cambio tuvo que ver también con que el concepto de división de la humanidad en "razas" no poseía validez alguna y solo conservaba una idea sociocultural y política errónea y peyorativa. Aquella alusión, además, solo favorecía a las reivindicaciones racistas.


De esta manera, se dejó atrás la única valoración sobre la cultura europea para conmemorar la enorme diversidad de culturas. Entre ellas, la de los pueblos indígenas y afrodescendientes que siguen aportando y construyendo parte de la identidad nacional.




Cristina Fernández de Kirchner, durante la firma del Decreto 1584/2010.


¿Qué significa y qué importancia tiene la diversidad cultural?


Según la UNESCO, resultante de siglos de convivencia entre personas de todas las regiones que forman un mosaico rico y plural, esa "diversidad cultural amplía las alternativas; alimenta diversas capacidades, valores humanos y cosmovisiones; y permite que la sabiduría del pasado nos prepare para el futuro. La diversidad cultural puede impulsar el desarrollo sostenible de los individuos, comunidades y países".


Es por ello que, desde la UNESCO y el gobierno argentino, se trabaja con una perspectiva en pos y a favor del respeto, protección y conservación de la diversidad de todas las culturas, para el presente y el futuro.

CONSIGNAS:

1- Seleccioná 5 frases cortas que te parezcan significativas

2- ¿Cuáles de estos criterios que se marcan en el texto son parte de tus vivencias cotidianas?

3- ¿Dónde te parece que nuestra sociedad tiene mayores falencias en estas cuestiones?

4- ¿Cómo debería recordarse el 12 de octubre?



Fuentes:

https://www.unicef.org/lac/misi%C3%B3n-9-respeto-la-diversidad

https://www.guiainfantil.com/1225/educar-en-valores-respeto-a-la-diversidad.html

http://www.redcrecemos.cl/la-importancia-del-respeto-a-la-diversidad/prontus_red/2018-02-09/153306.html

https://www.cultura.gob.ar/dia-del-respeto-a-la-diversidad-cultural-en-argentina-9608/

Texto que aparece en la imagen tomado de MARCELO VALKO: Pedagogía de la desmemoria, Buenos Aires, 2010



domingo, 12 de septiembre de 2021

Hace 74 años el Senado Nacional aprobó el voto femenino en la Argentina, por "Página 12" del 21-08-20


 El sufragio de Julieta Lanteri. Archivo General de la Nación


La ley fue sancionada en 1947 y se aplicó por primera vez en las elecciones de 1951 


21 de agosto de 2020


Hace 74 años, el 21 de agosto de 1946, y luego de un arduo debate sobre los derechos de la mujer, la Cámara de Senadores de la Nación aprobó el voto femenino. El proyecto de ley, impulsado entonces por Eva Perón, sancionado poco más de un año después, marcó el fin del debate que las organizaciones feministas y partidos políticos de entonces habían librado contra los sectores más conservadores de la sociedad.


Aquel debate contaba con algunos antecedentes. La primera mujer que votó en el país y en América latina fue la primera médica argentina, Julieta Lanteri, tras conseguir a través de un amparo judicial que se la incorporara al padrón electoral en 1911.



Más tarde, en 1921, el ala femenina del Partido Socialista promovió los ensayos de voto femenino con motivo de las elecciones municipales. Le siguió San Juan, que en 1927, luego de reformar la Constitución provincial, permitió la participación de las mujeres en la elección de cargos públicos.


La ley de 1946 consagró, de manera definitiva, el derecho de las mujeres a votar. El voto femenino había sido parte de la campaña electoral de Juan Domingo Perón. La iniciativa  fue presentada el 1 de mayo de aquel año, impulsada por la Asociación Pro Sufragio Femenino.


Anteriormente, el socialismo había presentado en ambas cámaras proyectos que fueron cajoneados. Pero la iniciativa del incipiente peronismo le dio un impulso especial al tema. No solo contemplaba el voto femenino sino también el reconocimiento de los derechos políticos, deberes y oportunidades de la mujer en términos de igualdad con los hombres.


El proyecto chocó con los sectores más conservadores en las comisiones de la Cámara alta, pero finalmente se acordó su media sanción sobre tablas en la sesión del 21 de agosto de 1946, hace 74 años.


El texto fue girado a la Cámara de Diputados, donde finalmente fue aprobado poco más de un año más tarde, el 9 de septiembre de 1947. La ley 13.010 de “Derechos Políticos de la Mujer” superó a los proyectos similares planteados por la oposición.


Para celebrar su sanción, la CGT convocó a un acto el 23 de septiembre en la Plaza de Mayo. Allí, la primera oradora, Eva Perón, con un ejemplar de la ley en su mano afirmó: “Mujeres de mi patria, me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama nuestra victoria”.


"Aquí está resumida en la letra apretada de pocos artículos una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas –añadió-. Por eso hay en ella crispaciones de indignación y sombras de amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales. Esto último traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional.”


El voto femenino universal y obligatorio finalmente se concretó cuatro años más tarde, en la elección del 11 de noviembre de 1951, que le dio la reelección a Perón, y en la que Evita votó desde la cama de un hospital, ya enferma.


La ley consagró formalmente la participación de las mujeres argentinas en el ámbito político y puso al país en igualdad de condiciones con otros países, entre ellos Uruguay, Rusia, Noruega y Australia.



Publicado en:

https://www.pagina12.com.ar/286657-hace-74-anos-el-senado-nacional-aprobo-el-voto-femenino-en-l

CONSIGNAS:
1- ¿Cuándo y en que contexto se sancionó el voto femenin0?
2- ¿Qué antecedentes había?
3- ¿Cuál fue la relación del socialismo y peronismo con la cuestión del voto femenino?
4- ¿Comentá la frase de Eva Perón escrita en color NARANJA?
5- ¿Por qué al hablar de voto femenino se mencionan tres fechas distintas?
6- Buscá breves biografías de JULIETA LANTERI y EVA PERÓN.