miércoles, 27 de octubre de 2021

ILLIA PRESIDENTE (1963-66):



LAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO DE ILLIA:

“Después de las elecciones, los altos volúmenes de dinero negociado en la Bolsa de Comercio y las declaraciones del presidente de la Sociedad Rural mostraron que los diferentes sectores de la burguesía confiaban en la ‘marcha hacia la recuperación nacional’. Sin embargo, estaban pendientes de confirmación las intenciones expresadas en la campaña preelectoral de romper con el FMI y anular los contratos petroleros firmados por Frondizi y ratificados por Guido bajo presiones militares.

A su vez, un conjunto de importantes economistas convocados por la CGT coincidió en la necesidad de adoptar una política de redistribución de la riqueza y controlar la inflación para mejorar la situación de los sectores de menores ingresos.

El 12 de octubre de 1963, illia asumió como Presidente de la República, acompañado por un gabinete integrado por hombres de la UCROP y también de la UCRI y de UDELPA. En su mensaje de asunción, Illia manifestó su propósito de tender al crecimiento  económico y a una màs justa distribución de la riqueza a través de la programación económica. También expresó su decisión de eliminar la desocupación, defender la moneda y los salarios de los trabajadores, y sancionar un Código de Trabajo y Seguridad Social.

El 15 de noviembre, el ministro de Economía Eugenio Blanco dio a conocer los decretos del Poder Ejecutivo que declaraban nulos los contratos de explotación, exploración y perforación suscriptos entre YPF y trece empresas extranjeras vigentes entre el 1 de mayo de 1958 y el 12 de octubre de 1963.

Esta decisión puso en crisis el apoyo de la UCRI y de los grupos  de mayor poder económico vinculados con el capital extranjero. Otros sectores de la sociedad, que si apoyaban políticamente la anulación, criticaron el pago de las  cuantiosas indemnizaciones que recibieron las empresas petroleras a partir de esa medida.

Desde entonces, fueron cada vez más frecuentes los enfrentamientos entre el gobierno y los organismos financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial, la fuerte alza de los precios unida a la existencia de 750.000 desocupados y la liquidación de industrias que llevaron a la CGT a adoptar un plan de lucha que quebró la paz social.

EL PROYECTO ECONÓMICO:

El proyecto económico del gobierno de Illia estaba basado en la intervención del Estado en la regulación de la economía. En la práctica esta intervención pareció responder a necesidades e intereses coyunturales. Por eso, era frecuente que una medida dejara sin efecto una anterior que luego se volvía a retomar.

En febrero de 1964, el Congreso aprobó una ley que facultaba por un año al Poder Ejecutivo a fijar precios mínimos y máximos y márgenes de ganancias. También creaba el Consejo  Nacional de Abastecimientos, en el que estaban representados el gobierno, los productores y la CGT.

Con estas medidas, el rumbo económico se alejaba del sostenido por ACIEL, basado en el libre juego del mercado como medio para distribuir los recursos. Cuando el gobierno estableció un nuevo régimen cambiario que fijó límites y requisitos para las operaciones de cambio (especialmente las relacionadas con las divisas provenientes de las exportaciones y las remesas de fondos al exterior), ACIEL declaró su preocupación por el avance del dirigismo y el estatismo. La CGE, en cambio, aprobó las medidas.

Hacia mediados de junio, el Congreso sancionó el régimen de salario mínimo, vital y móvil. Sin embargo, las medidas tomadas para la reactivación de la producción primaria, y del sector industrial  no tenían los resultados esperados.

A medida que se agudizaban los conflictos sociales entre los sindicatos y el gobierno, que incluían la ocupación de los establecimientos productivos, y crecía la movilización de diferentes sectores de la sociedad en todo el territorio del país, los empresarios capitalistas comenzaron a sentir amenazado el normal funcionamiento de la economía capitalista, situación que les impedía prever sus ganancias futuras. Por este motivo, comenzaron a disminuir las inversiones para el mediano  y el largo  plazo y buscaron obtener los mayores beneficios en el más corto plazo. Esta decisión provocó un aumento en la desocupación en el sector industrial, factor que, a su vez, agudizó todavía más los conflictos sociales y políticos”(1)

 

(1): La Argentina contemporánea (1852-1999), Editorial Aique, 2003, pags.187-88

 

AZULES Y COLORADOS:



 

ENFRENTAMIENTOS ENTRE FACCIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS:

“El gobierno de Guido estuvo completamente subordinado al poder las Fuerzas Armadas. Sus jefes y los miembros que, en distintas oportunidades, se sublevaron con el objetivo de hacerse del mando eran quienes determinaban las políticas nacionales. El presidente Guido solo cumplía la función de representar una fachada de legalidad democrática. Entre marzo de 1962 y marzo de 1963, juraron cincuenta ministros y secretarios de Estado, según contabilizaba el diario La Prensa.  Luego de cada enfrentamiento entre facciones de las Fuerzas Armadas, el bando ganador ponía en escena un nuevo elenco gubernamental. Esta inestabilidad de funcionarios se correspondió con una profunda inestabilidad en las políticas públicas, lo que agudizó la crisis económica, social y política.

A partir de la ‘Revolución Libertadora’ las Fuerzas Armadas estuvieron atravesadas por el enfrentamiento entre dos facciones rivales, que se identificaron como COLORADOS y AZULES, colores que distinguían a los bandos en las maniobras militares. En 1962, los militares colorados eran profundamente antiperonistas; y los azules estaban de acuerdo con permitir un acceso condicionado a ciertos dirigentes peronistas con el fin de lograr la normalización institucional.

El enfrentamiento se había originado por las distintas posiciones que estas facciones militares tenían en relación con la participación del peronismo en la vida social y política de la sociedad argentina. Pero hacia 1962, cada bando luchaba para lograr el control del conjunto de las Fuerzas Armadas y, de ese modo, estar en condiciones de ejercer la tutela sobre el gobierno y para establecer el rumbo que debía seguir la política nacional.

Desde el derrocamiento de Frondizi, el gobierno de Guido estaba controlado por los colorados, integrados por la Marina y la infantería y artillería del Ejército. Azules eran la Fuerza Aérea y la Caballería del Ejército.

Los enfrentamientos entre estas facciones tuvieron una primera etapa que fue caracterizada como una batalla de declaraciones. Durante unos meses, los jefes de distintos cuerpos y guarniciones dieron a conocer bandos, proclamas, radiogramas y comunicados con el objetivo de hacer conocer a sus subordinados y al conjunto de la sociedad sus ideas sobre lo que debía o no debía hacer el gobierno y cuáles eran los pasos que debían seguir las Fuerzas Armadas para asegurar las acciones deseadas. Cuando el 6 de septiembre de 1962 el Poder Ejecutivo, bajo tutela colorada, disolvió el Congreso Nacional, el conflicto se profundizó. Muchos civiles consideraron que con este acto el gobierno había perdido la legalidad y le retiraron su apoyo. Desde entonces, los colorados comenzaron a ser considerados abiertamente golpistas.

LOS AZULES IMPONEN SU AUTORIDAD

Mientras tanto, los azules estaban más preocupados por el estado deliberativo y la indisciplina que se registraba en los cuarteles. El general Juan Carlos Onganìa se decidió a enfrentar a los colorados y restablecer la autoridad y el respeto por los mandos naturales en el interior de las Fuerzas Armadas, paso necesario para que éstas abandonaran la política y se concentraran en su capacitación profesional. En el plano político, proponía ‘mantener y afianzar al Poder Ejecutivo y asegurarle libertad de acción a fin de concretar, en el más breve plazo, la vigencia de las disposiciones constitucionales’, es decir, la normalización institucional.

El 22 de septiembre la Fuerza Aérea bombardeó una concentración colorada en San Antonio de Padua y hubo enfrentamiento de tropas en Plaza Constitución y en los parques Chacabuco y Avellaneda. Finalmente, el comando colorado se rindió y el presidente Guido designó al general Onganía como comandante en jefe del Ejército. Desde su nuevo cargo, Onganía controló una reestructuración del gobierno.

HACIA LAS ELECCIONES GENERALES DE JULIO DE 1963

La crisis militar y política profundizó la crisis económica y, en enero de 1963, el ministro de Economía Álvaro Alsogaray explicaba que el país se encontraba en estado de emergencia. Anunció que los sueldos y los aguinaldos se pagarían en cuotas mientras que la inflación crecía y el gobierno firmaba acuerdos con el FMI. En ese clima de desorden y confusión generalizados, el gobierno comenzó a impulsar la campaña electoral para elegir a las nuevas autoridades constitucionales.

En los primeros meses de 1963 también tuvo lugar el Congreso Normalizador de la CGT, que eligió como nuevo Secretario General a José Alonso. La nueva conducción cegetista emprendió una política agresiva de denuncia y  acción directa. En este marco,  la campaña electoral estuvo atravesada no sólo por el ya tradicional enfrentamiento entre peronistas y antiperonistas –ahora llamados gorilas- sino también por numerosas huelgas y conflictos en muchos gremios.

LAS CANDIDATURAS:

Algunos de los principales partidos políticos –la UCRI y loa partidos Conservador Popular, Federal, Demócrata Cristiano y Unión Federal- decidieron constituir un Frente Electoral Nacional y Popular, que incluía el Movimiento Justicialista (nombre que se habían dado los peronistas proscriptos). En marzo de 1963 se reunieron en la que llamaron LA ASAMBLEA DE LA CIVILIDAD y firmaron un ACTA DE COINCIDENCIAS. Esta decisión volvió a plantear la cuestión de los límites de la proscripción del peronismo.

En abril de 1963, un grupo de militares encabezados por el General Benjamín Menéndez se sublevó con el fin de hacer saber la oposición de un sector de la Fuerzas Armadas al retorno del peronismo, concretado a través del otorgamiento de la personería electoral a la Unión Popular, nombre que se dio el Frente. En realidad, el movimiento había sido impulsado por el Almirante Rojas y los jefes de la Marina, pero éstos no se pronunciaron públicamente y, finalmente, Onganía controló a sus subordinados.

Sin embargo, las presiones militares y la disidencias entre los integrantes del Frente sobre la fórmula para presidente y vice terminaron quebrando la unidad y debilitando sus apoyos electorales. Frondizi mantuvo su compromiso con la unidad popular, que llamó a votar en blanco.

La UCRI llevó conoi candidato a presidente a Oscar Alende y la UCRP consagró la fórmula ILLIA-PERETTE.

Por su parte, algunos grupos de derecha impulsaron la creación de otro frente: UNIÓN DEL PUEBLO ARGENTINO –UDELPA- que impulsó la candidatura del general Pedro E. Aramburu.

Finalmente, las elecciones se realizaron el 7 de julio de 1963 y la Unión Cívica Radical del Pueblo obtuvo la mayor cantidad de votos: el 25% eligió la fórmula Illia_Perette. La UCRI obtuvo el segundo lugar con el 16%, y UDELPA el tercero con el 7.5%. Sin embargo, el porcentaje de votos en blanco  alcanzó más del 19%, constituyéndose, en realidad, en la segunda fuerza. Según el sistema de representación proporcional, los candidatos de la UCRP no tenían la mayoría absoluta para garantizar un triunfo en el colegio electoral. El 31 de julio de 1963, Arturo Illia y Perette fueron consagrados presidente y vicepresidente de la República Argentina   por 270 electores radicales del pueblo, radicales intransigentes, demócratas cristianos, conservadores y socialistas.

Aún cuando una gran parte de la sociedad argentina vivió la asunción   de Illia como una vuelta a la legalidad institucional, el casi 20% de votos en blanco significaba que el gobierno iniciaba su gestión con una grave falta de representatividad de los intereses de importantes sectores de la población. Y esto iba a atentar contra su estabilidad”. (1)

 

Tomado de:

(1): La Argentina Contemporánea (1852-1999), Ainque, 2003, pags. 184-186     

CONSIGNAS:

1-¿Qué características tuvo el gobierno de Jose María Guido?

2-¿Quiénes eran "azules" y "colorados"? 

3-¿Cómo se enfrentaron estos sectores militares?

4-¿En qué condiciones se organizaron las elecciones de 1963?

5-¿Cuáles fueron las candidaturas?

6-¿Cuál fue el resultado de las elecciones?

7-Buscá información sobre la Batalla de Magdalena del 2 de abril de 1963 que enfrentó a aviones colorados con tanques azules.

martes, 19 de octubre de 2021

POLÍTICA Y PODER POLÍTICO


 

 Max Weber


¿QUÉ ES LA POLÍTICA?

“Para avanzar en una definición del poder político, es indispensable establecer qué entendemos por política. Los historiadores coinciden en que la política fue creada por los antiguos griegos, hacia el siglo V a.C. Pero ¿en qué sentido se puede decir que los antiguos griegos crearon la política?  En la mayor parte de las sociedades que se desarrollaron antes de los griegos, los hombres y las mujeres concebían sus propias formas de organización como una continuación del orden natural o como una creación divina. Por ese motivo, los miembros de este tipo de sociedades creían que las normas y los valores que regían su vida en común eran incuestionables. En la antigua Grecia, los hombres empezaron a tomar conciencia de que eran sus propias acciones y decisiones las que definían el rumbo de su destino. La política se comenzó a pensar, entonces, como la actividad colectiva a través de la cual se toman las decisiones que afectan a todos y se definen las formas que asumirá la organización de la vida en común.

Ahora bien (…) los mecanismos institucionales a través de los cuales se organizaba la toma de decisiones en la antigua Grecia eran  completamente distintos de los sistemas políticos de los Estados democráticos modernos. La Asamblea que los ciudadanos atenienses realizaban en el ágora, por ejemplo, no es asimilable a las elecciones periódicas mediante las cuales hoy en día elegimos a nuestros representantes. Ambos mecanismos se asientan, sin embargo, en una misma concepción de la política: las normas que organizan la vida en común son pensadas como el producto de las decisiones de los miembros de cada sociedad y, por lo tanto, son susceptibles de ser modificadas.

POLÍTICA Y SISTEMA POLÍTICO

La política es, como ya dijimos, la actividad colectiva a través de la cual los miembros de una sociedad configuran el orden social en el que viven. Esta actividad colectiva se coordina en cada sociedad en formas distintas. Llamamos SISTEMA POLÍTICO al conjunto de instituciones jurídicas y a los mecanismos específicos con los que una comunidad organiza la toma de decisiones que afectan la organización de la vida en común. En este sentido, el poder es una dimensión fundamental para el funcionamiento de cualquier sistema político.

LAS DOS CARAS DEL PODER POLÍTICO

El PODER es la capacidad que tenemos las personas de influir u orientar en las acciones de los demás. Las relaciones de poder están presentes en todos los ámbitos de la vida social como, por ejemplo, la familia, el trabajo y la escuela.

Ahora bien, ¿cuál es la especificidad del poder político? Más allá de quienes sean los encargados de tomar las decisiones respecto de los asuntos públicos, y cuáles sean los dispositivos que cada sistema político establezca para ello, éstas deben ser aceptadas por todos los miembros de la sociedad. Llamamos entonces poder político a la capacidad del sistema político para imponer pautas al conjunto de la sociedad.

A partir de la Edad Moderna, el poder de tomar decisiones sobre el destino común, e imponerlas a través de las leyes y del funcionamiento de las instituciones jurídicas, comenzó a concentrarse en un tipo de asociación política específica: el      ESTADO.

El sociólogo alemán Max Weber describió al Estado como una determinada relación de dominio de unos hombres sobre otros apoyada en una coacción considerada legítima. Para Weber el monopolio legítimo de la violencia es el dispositivo básico del poder político que posee el Estado para hacer cumplir sus decisiones. En otras palabras, el Estado cuenta con un aparato represivo –conformado, entre otros, por la policía, las fuerzas armadas, las instituciones jurídicas y las cárceles- para hacer cumplir a través de la coerción las leyes que configuran el orden social.

Pero la coerción directa no es un mecanismo que baste por sí mismo. Cuando hablamos del carácter legítimo de la violencia que monopoliza el Estado estamos señalando la otra cara del poder político. En buena medida, los hombres se someten a las decisiones del  Estado porque lo consideran legítimo. Es decir, el poder político se asienta básicamente en el reconocimiento que los miembros de una sociedad le otorgan a las instituciones políticas especializadas y a las personas que cumplen  funciones en ellas, como fuente autorizada de decisiones sobre el destino común, Así, la adhesión libremente consentida es un elemento indispensable para el funcionamiento del sistema político. Sin el consentimiento de la mayoría de los miembros de la sociedad, las instituciones políticas pierden legitimidad y el recurso de la violencia se vuelve ineficaz.”

 

Texto tomado de: Educación  Cívica, Editorial Doce Orcas, 2007, pags. 48-49

 CONSIGNAS:

1-¿Qué aporte hicieron los griegos al surgimiento del concepto de "política"?

2-¿En qué se diferenciaba el sistema griego del actual?

3-¿Qué significa "sistema político"?

4-¿Cuál es la especificidad del poder político?

5-¿Cómo definió Weber al Estado?

6-¿Por qué la violencia no alcanza?