Julio Argentino Roca, Presidente argentino 1880-86 y 1898-1904
ARGENTINA: LA EMERGENCIA DEL ROQUISMO
Tras la victoria de Mitre sobre Urquiza en Pavón arrancó una
etapa de consolidación del Estado nacional y de dura represión a los caudillos
provinciales, que se extendió por las décadas del ’60 y ’70.
Durante las tres presidencias de esta etapa (Mitre,
Sarmiento y Avellaneda) fue surgiendo un entramado político nacional, primero
representado por la Liga de los Gobernadores, y luego por la emergencia del PAN
(Partido Autonomista Nacional), que concluiría con la emergencia de Julio
Argentino Roca como como el arquitecto de una etapa de la historia argentina
que se conoce como “Régimen Oligárquico” (1880-1916).
LAS SUCESIONES PRESIDENCIALES EN ARGENTINA
“A pesar de que la situación política interna se había
consolidado, el sistema político presentaba un alto grado de inestabilidad que
se ponía en evidencia en ocasión de cada sucesión presidencial.
Como la reelección presidencial inmediata estaba prohibida
expresamente por la Constitución Nacional, el presidente saliente intentaba
influir de alguna manera en la elección de su sucesor. Al finalizar el gobierno
de Mitre había varios candidatos en pugna; el presidente se declaró neutral en
la contienda electoral por la sucesión pero sus simpatías estaban con su
ministro de Relaciones Exteriores, Rufino de Elizalde.
El siguiente presidente, Domingo F. Sarmiento (1868-1874),
llegó al gobierno con el apoyo de una coalición de facciones provinciales;
entre ellas la más importante era el autonomismo de Buenos Aires que impuso al
vicepresidente Adolfo Alsina (hijo de Valentín).
La sucesión de Sarmiento no fue tan calma. Su candidato
favorito era su ministro de Justicia e Instrucción pública, Nicolás Avellaneda;
éste estaba demás respaldado por grupos políticos provinciales -.que serían el
origen del ‘Partido Autonomista Nacional’ (PAN)- y por el autonomismo porteño.
Avellaneda triunfó, y el otro candidato –el ex presidente Mitre- no aceptó su
derrota en las elecciones de 1874 y provocó una revuelta armada en Buenos Aires
y algunas provincias del Interior del país, que las tropas nacionales no
tardaron en reprimir.
A finales del gobierno de Avellaneda, a causa de la elección
de su sucesor, Julio A. Roca, la provincia de Buenos Aires se levantó en armas
de 1880. El levantamiento fue derrotado por el Ejército nacional, y el gobierno
le impuso la federalización de la ciudad que se convirtió en capital de la
nación. Así terminó un conflicto de tres décadas.” (1)
MÉXICO: EL PORFIRIATO
Porfirio Díaz
“En México, el Estado oligárquico se consolidó durante los
gobiernos de Porfirio Díaz (etapa conocida como “porfiriato”). Este general,
que ejerció el poder con mano dura entre 1876 y 1911 (excepto un breve
intervalo entre 1880 y 1884), llegó a la presidencia tras un extenso período de
luchas civiles, intervenciones extranjeras y posteriores dificultades para el
logro de la estabilidad política. En estas circunstancias, tanto los sectores
propietarios como los inversores externos recibieron con alivio el ascenso de
un gobernante que impuso la paz, brindó garantías a la propiedad privada e
impulsó el crecimiento primario exportador.
UNA DICTADURA CON APARIENCIAS DE REPÚBLICA
Porfirio Díaz accedió al poder luego de una sublevación que
encabezó en 1876 para evitar la reelección del presidente Sebastián Lerdo de
Tejada, quien había llegado al poder tras la muerte de Benito Juárez, en 1872.
En esa oportunidad, Díaz proclamó el principio de ‘no reelección’ presidencial
y defendió la vigencia de la Constitución Liberal de 1857.
Cuando concluyó su primer gobierno, el caudillo mexicano
apoyó la candidatura de un hombre de su confianza, Manuel González, que
finalizó su mandato en medio de denuncias de corrupción. Este descrédito
impulsó el triunfo electoral de Díaz, quien, a partir de entonces, reformó de
manera sucesiva la Constitución de 1857 para permitir la reelección indefinida.
En su meta de estabilidad, Porfirio Díaz combinó una
política de concesión a los disidentes más moderados y de represión a los
opositores más radicales. Por otra parte, a medida que fue afianzando su
dominio, eliminó la libertad de prensa, propició prácticas fraudulentas e impidió que sus opositores fueran elegidos
para el Congreso Nacional. En el campo, apeló a los guardias rurales, milicias
armadas que se destacaron por su brutalidad tanto hacia los bandoleros como
hacia los rebeldes o los pueblos originarios.
En definitiva, la larga permanencia de Díaz en el poder
favoreció, sobre todo, a los inversores externos y a los grandes comerciantes y
latifundistas, que se beneficiaron con la concentración de tierras que, con el
amparo gubernamental, lograron a expensas de las comunidades indígenas. En
tanto, el poder político quedó concentrado en un grupo muy reducido que dominó
el país con dureza. Así, aunque se conservaron las apariencias de un gobierno
republicano –elecciones periódicas, división de poderes, régimen federal-, en
la prácticas las elecciones eran una farsa, el Poder Legislativo y el Poder
Judicial estaban integrados por funcionarios incondicionales al Presidente, y
la oposición era reprimida y excluida del poder.
El fin justifica los medios...
‘Hemos preservado la forma republicana y democrática de
gobierno. Hemos defendido y guardado intacta la teoría. Sin embargo, hemos
también adoptado una política patriarcal en la actual administración de los
asuntos de la nación, guiando y restringiendo las tendencias populares con la
fe ciega en la idea de que una paz forzosa permitiría la educación, que la
industria y el comercio se desarrollarán […] Hemos sido duras. Algunas veces,
hasta la crueldad. Pero todo esto era necesario para la vida y el progreso de
la nación. Si hubo crueldad, los resultados la han justificado con creces’,
dijo Porfirio Díaz en una entrevista que le hicieron en 1908.
BRASIL: LA INSTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA
[…] Luego de la independencia, Brasil adoptó la
monarquía constitucional como forma de
gobierno. Cuando esta fue suprimida, en 1889, se instauró una república
presidencialista, en cuyo gobierno se alternaron los presidentes propuestos por
dos poderosos Estados brasileños: San Pablo, donde se había expandido la
producción de café, y Minas Gerais, donde además de la minería tuvo un gran
desarrollo la ganadería vacuna.
Por este motivo, al período de la historia brasileña
comprendido entre 1899 y 1930 se lo conoce como el de la política del ‘café con
leche’.
LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA
Si bien la república surgió como consecuencia de un golpe
militar, encabezado por el general Deodoro da Fonseca, su instauración se
produjo en el contexto de un proceso de cambios y de reformas parciales.
El debilitamiento de la monarquía, ya evidente desde
medidados del siglo XIX, se agravó tras la Guerra del Paraguay (1865-1870), que
había exigido un notable esfuerzo financiero a la Corona e impulsó en el
ejército una toma de conciencia de su fuerza. Además, entre la oficialidad más
joven ganó terreno el rechazo a la dirigencia política tradicional y la exigencia
de un nuevo tipo de autoritarismo progresista, junto con una clara posición en
contra de la esclavitud, que era favorecida por la existencia de un contexto
internacional contrario a la continuidad de esa forma de trabajo no libre. Este
deterioro de la monarquía se produjo en un período de transformación económica
y social visible en el reemplazo de las exportaciones brasileñas de algodón y
de azúcar –cosechadas en el nordeste con mano de obra esclava- por las de café
–producido en San Pablo con mano de obra libre-.
Tras la abolición de la esclavitud, en 1888, los sectores
vinculados con la economía esclavista se sintieron desligados de cualquier
lealtad por la institución monárquica. Carente de apoyos, el emperador no pudo
resistir el golpe de Estado que, al año siguiente, dio lugar a una república.
EL SISTEMA POLÍTICO DURANTE LA ‘REPÚBLICA VIEJA’
En 1891, una Asamblea Constituyente instauró una república
federal de Estados que conservaron una fuerte autonomía. Así, los
terratenientes brasileños lograron mantener su influencia regional. En cuanto
al Estado Central, concentró, entre otras, la facultad de emitir moneda, la de
fijar los impuestos al comercio exterior y la de disponer la política
cambiaria.
La Constitución de 1891 también estableció medidas
liberales, como la administración laica de los cementerios, el matrimonio
civil, la separación de la Iglesia del Estado, a la vez que estableció
garantías individuales y ciudadanas. Pero el sistema político se caracterizó
por la utilización sistemática del fraude electoral y de lazos clientelares que
se concentraban en las figuras de los CORONELES. Éstos eran jefes políticos
locales que ostentaban tierras, poder e influencias, y que poseían capacidad
para movilizar y hacerse obedecer por los votantes de las zonas rurales.
CONFLICTOS ENTRE ESTADOS OLIGÁRQUICOS:
Si bien la consolidación de los Estados oligárquicos dio
lugar a una creciente estabilidad política, esto no implicó la desaparición de
los conflictos externos. De hecho, la imprecisión de los límites interestatales
generó diversas situaciones de tensión. Entre ellas, las que surgieron en torno
a la Cordillera de los Andes y que dieron lugar al estallido de la Guerra del
Pacífico.
LA GUERRA DEL PACÍFICO
Desde mediados del siglo XIX, el desierto de Atacama –que estaba
bajo dominio de Bolivia desde la independencia- había cobrado importancia por
sus yacimientos de guano y salitre, demandados a buen precio en el mercado
internacional. Sin embargo, gran parte de la explotación económica de esa zona
era realizada por empresarios chilenos, que también explotaban salitre en el
sur del Perú.
Aunque los gobiernos de Bolivia y de Chile habían convenido
ciertas exenciones para las compañías salitreras, en 1878 las autoridades
bolivianas, en medio de una crisis económica, establecieron un nuevo impuesto a
esa actividad. Ante el reclamo de las autoridades chilenas y la negativa de las
compañías a pagar ese impuesto, el gobierno boliviano se dispuso a ocupar los
yacimientos. Entonces, en 1879, Chile declaró la guerra a Bolivia y a Perú, que
habían pactado de manera secreta actuar de común acuerdo en caso de un
conflicto bélico.
Las hostilidades se iniciaron con la ocupación chilena del desierto
de Atacama y con una intensa campaña naval, que terminó con el triunfo de la
escuadra trasandina. Obtenida la superioridad naval, el ejército chileno venció
a su par boliviano y ocupó el sur de Perú.
En 1881, las tropas chilenas entraron victoriosas en la
ciudad de Lima, desde donde derrotaron los últimos focos de resistencia
peruana.
Tras el triunfo, Chile incorporó los territorios salitreros
de ambos países, y Bolivia fue despojada, así, de su única salida al mar.
En la guerra Chile se apoderó de la salida al mar boliviana y de la provincia peruana más sureña, Tarapacá.
CONTRASTES POLÍTICOS Y SOCIALES
A diferencia de Chile, caracterizado tanto por su
superioridad militar como por su orden político y por el acompañamiento
fervoroso de una población ganada por el nacionalismo, en Perú y en Bolivia era
evidente la fragmentación geográfica, étnica y cultural. Esta fragmentación se
sumaba a la contraposición entre los poco cohesionados grupos oligárquicos, que
luchaban entre sí por apropiarse del Estado, y una mayoría indígena campesina
excluida, discriminada y sometida a una intensa explotación laboral. Éstos
contrastes políticos y sociales explican en parte el resultado de la guerra.”
(2)
NOTAS:
(1): Privitellio, Luchilo, Cattaruzza, Paz y Rodríguez: “Historia
de la Argentina contemporánea”, Santillana, 2000, pag.69
(2): Carrozza y otros: “La Argentina, América Latina y
Europa entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX”, Santillana, 2010,
pags. 186, 187 y 188.
CONSIGNAS:
1-
Explicá las características del gobierno
argentino en la etapa 1860-80
2-
Buscá una breve biografía de Julio Argentino
Roca
3-
A)¿Qué fue el Porfiriato?; b)Comentá las
declaraciones de Porfirio Díaz -EL TEXTO ESTÁ EN NARANJA-
4-
A)¿Cómo cayó el Imperio en Brasil?; b)¿Qué
características tuvo la llamada “República Vieja” brasileña?
5-
A) ¿Por qué se produjo la guerra del Pacífico?;
b)¿Por qué Chile ganó tan fácil?
6-
PARA REFLEXIONAR: ¿Eran democráticas las
repúblicas oligárquicas?
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