martes, 29 de septiembre de 2020

CENTRALIZACIÓN DE LA AUTORIDAD ESTATAL EN ARGENTINA (1860-80):

Asesinato de Peñaloza


ESTADO Y SOCIEDAD TRADICIONAL

EL USO DE LA FUERZA Y LA CREACIÓN DE CONSENSO:

“Entre 1862 y 1880 se sucedieron las presidencias constitucionales de Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento y Nicolás Avellaneda.

A lo largo de esos años se fue consolidando una nueva alianza social integrada por comerciantes y terratenientes –tanto bonaerenses como del Litoral y del Interior- interesados en impulsar y expandir las exportaciones de las producciones agropecuarias requeridas por el mercado internacional. Al mismo tiempo, durante ese período, la autoridad del Estado nacional se extendió y fortaleció a través de diferentes vías. Las autoridades nacionales fueron tomando bajo su control funciones y atribuciones que según la Constitución nacional le correspondían pero que, hasta entonces, seguían siendo ejercidas por los gobiernos de los Estados provinciales. Este aspecto del proceso de centralización de la autoridad estatal, en los hechos, se manifestó a través de distintas acciones de gobierno: la formación de un ejército nacional, la organización de un sistema de rentas nacionales y de un aparato recaudador de impuestos de alcance nacional, la centralización de la emisión de moneda, la organización del sistema bancario y la unificación y codificación de la legislación. El Estado nacional se apropió también de algunas funciones tradicionalmente realizadas por la Iglesia, como el registro civil de las personas. Además, la ampliación y el fortalecimiento de la autoridad del Estado nacional significó la presencia y la acción de instituciones estatales en actividades hasta entonces realizadas mayoritariamente por particulares como, por ejemplo, la educación, la colonización, los negocios bancarios y la construcción de la red ferroviaria. El Estado nacional también se hizo cargo de diversas obras y servicios públicos necesarios para el desarrollo de las nuevas actividades productivas.

Para afirmar definitivamente su autoridad y obtener obediencia del conjunto de los integrantes de la sociedad, las autoridades nacionales utilizaron el apoyo de los gobernantes provinciales y de los grupos de mayor poder económico, con el objetivo de crear consenso y conformar alianzas políticas.

 

LA OBEDIENCIA AL GOBIERNO CENTRAL:

 

Desde 1862, el gobierno central enfrentó la desobediencia de diferentes grupos sociales del país. Los movimientos contra la autoridad centralizada se originaron por distintas razones. En el interior y el Litoral, estuvieron encabezados por caudillos federales que se sublevaron contra los gobernadores liberales y reclamaron medidas para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de sus provincias.

En la Proovincia de Buenos Aires, los grupos autonomistas se opusieron a la federalización de la ciudad de Buenos Aires. Las acciones que las autoridades nacionales realizaron para asegurar la obediencia fueron diferentes en cada uno de los casos: reprimieron en forma militar a los primeros y siguieron una política de compromisos y acuerdos con los intransigentes autonomistas porteños que gobernaban la provincia de mayor poder económico.

 

EL AVANCE DE LA AUTORIDAD ESTATAL:

El avance de la autoridad del Estado nacional sobre la sociedad tuvo diversas modalidades. La MODALIDAD REPRESIVA supuso la organización de una fuerza militar unificada y distribuida territorialmente, con el objeto de prevenir y sofocar todo intento de alteración del orden impuesto por el Estado nacional. La MODALIDAD COOPTATIVA incluyó la captación de apoyos entre los sectores dominantes y gobiernos del interior, a través de la formación de alianzas y coaliciones basadas compromisos y prestaciones recíprocas. La MODALIDAD MATERIAL presupuso diversas formas de avance del Estado nacional a través de la localización en los territorios provinciales de obras, servicios y regulaciones indispensables para el desarrollo de las actividades económicas. La MODALIDAD IDEOLÓGICA consistió en la creciente capacidad de creación y difusión de valores, conocimientos y símbolos reforzadores de sentimientos de nacionalidad que tendían a legitimar el sistema de dominación establecido.

LA SUBORDINACIÓN DE LOS CAUDILLOS FEDERALES:

Entre 1862 y 1863, Ángel Vicente Peñaloza –el “Chacho”- se sublevó en La Rioja. Entre 1866 y 1868, Felipe Varela lideró un movimiento contra las autoridades nacionales que se extendió por las provincias de Cuyo, Córdoba y Catamarca. Y, entre 1870 y 1873, Ricardo López Jordán  encabezó en Entre Ríos varias rebeliones contra el gobierno nacional.

Una de las causas más importantes de éstos levantamientos fue la difícil situación económica que sufría la mayoría de los habitantes de las provincias interiores y del Litoral. La falta de trabajo regular favoreció la formación de las montoneras como un medio para obtener recursos para la subsistencia. Además, la ausencia de políticas destinadas a impulsar su desarrollo económico fue interpretada por importantes sectores como desinterés del gobierno nacional por las situaciones provinciales. Por éstas razones, en varias provincias creció el apoyo popular a algunos antiguos jefes federales, años atrás aliados de Rosas y de Urquiza. Pero los focos de resistencia de los últimos caudillos federales fueron liquidados por el gobierno central.

LOS ‘DUROS’ DEL  PARTIDO LIBERAL

 


Entre los integrantes del Partido Liberal se distinguía un grupo que era partidario de aplicar las medidas más extremas  para liquidar definitivamente la insubordinación de los caudillos federales y sus montoneras. Según escribió el general Paunero al presidente Mitre en los primeros meses de 1863, los intransigentes gobernadores de Mendoza y San Juan ‘deseaban ver colgados en sus plazas a estos hombres’.



 Domingo Faustino Sarmiento

Cuando un año después del tratado de La Banderita, el Chacho Peñaloza volvió a tomar las armas y en su proclama a los pueblos anunció sus intenciones de reivindicar los sagrados derechos que ‘los traidores y perjuros habían usurpado’, los gobernadores de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero se unieron para derrotarlo. Por su parte, Mitre cedió a la presión de los ‘duros’ y encomendó la dirección de la ‘guerra de policía’ al más encarnizado enemigo del caudillo riojano: Domingo Faustino Sarmiento, por entonces gobernador de San Juan.”(1)

LOS TRES PRINCIPALES CAUDILLOS DE LA ÉPOCA

 


 Ángel Vicente Peñaloza, General del Ejército del Noroeste

Las montoneras del Chacho Peñaloza fueron sometidas en 1862-63.

“En 1863, Peñaloza escribió a Mitre: ‘No se han cumplido las promesas hechas tantas veces a los hijos de ésta desgraciada patria. Los gobernantes se han convertido en verdugos de las provincias, atropellan las propiedades de los vecinos y destierran y mandan matar sin forma de juicio a ciudadanos respetables por haber pertenecido al Partido Federal’.

En los meses de mayo y junio, las fuerzas nacionales derrotaron a las tropas montoneras en LOMAS BLANCAS y LAS PLAYAS. El Chacho mantuvo todavía en jaque a sus enemigos hasta el 12 de noviembre, día en que fue tomado prisionero y muerto a lanzazos por el Coronel Irrazábal.


 Felipe Varela

En 1866, Felipe Varela –que había sido lugarteniente del Chacho Peñaloza- llegó desde Chile para sumarse a la sublevación de las provincias de Cuyo contra los gobernadores liberales aliados del gobierno nacional. En su bandera se leía:

‘¡Federación o Muerte! ¡Viva la Unión Americana! ¡Viva el ilustre Capitán Urquiza! ¡Abajo los negreros traidores a la patria!’.

[En] su proclama de 1866 afirmaba:

‘Desde que [Mitre] usurpó el gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las rentas provinciales vinieron a ser patrimonio de los porteños, condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reservara para sus hijos. Ser porteño es ser ciudadano exclusivista; y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derecho’.

Varela también se opuso a la participación del país en la guerra contra el Paraguay, porque entendía que con esa guerra se desunía la unión americana para beneficio de los intereses de Gran Bretaña. La lucha contra las cada vez más numerosas montoneras que se unían a Varela duró varios años. Después de sufrir derrotas frente a las tropas del gobierno central y de varios gobernadores, Varela salió del país y murió en el exilio el 4 de junio de 1870.

 

                                                   Ricardo López Jordán

En Entre Ríos, un importante sector de la población apoyaba a Ricardo López Jordán, caudillo que se oponía a la unificación política y a la centralización de la autoridad estatal, procesos que finalmente Urquiza apoyó. En abril de 1870, Urquiza fue asesinado y la Legislatura provincial eligió a López Jordán gobernador de la provincia. El presidente Sarmiento decretó la intervención de Entre Ríos y convocó a las fuerzas policiales de varias provincias para enfrentar la resistencia del caudillo. López Jordán fue vencido en 1871, pero volvió a desafiar al gobierno central en 1873.

Sarmiento había manifestado públicamente que estaba dispuesto a hacer cumplir la Constitución en todos sus aspectos y que, para lograrlo, no haría diferencias entre amigos y enemigos. Convencido de que la total pacificación sólo se lograría con medidas que liquidaran el desorden, aprobó la aplicación de la pena de muerte para los desertores del ejército y para los caudillos tomados prisioneros.”(2)

NOTAS:

(1): Alonso y Vázquez: “La Argentina contemporánea, 1852-1999”, Aique, Buenos Aires, 2008, pags. 34 a 36

(2): Alonso y Vázquez: “La Argentina contemporánea, 1852-1999”, Aique, Buenos Aires, 2008, pags. 36 y 37

CONSIGNAS:

1-  ¿Cómo cambió el rol del Estado y las relaciones Gobierno Central-Provincias en el período 1862-80?

2-  ¿Qué actitudes adoptó el gobierno central frente a quienes no lo obedecían?

3-  ¿por qué se habla de un "avance de la autoridad estatal"?

4-  Explicá quiénes fueron los principales  caudillos de este período y cómo actuaron frente a ellos los gobiernos liberales.

5-  ¿Quiénes fueron presidentes de Argentina en el período 1862-80?

6-  PARA INVESTIGAR: ¿Quiénes fueron Ángel Vicente Peñaloza, Felipe Varela y Ricardo López Jordán?

 

 

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