I. Introducción.
Una vez que los países de América Latina se emanciparon del yugo colonizador europeo, allá por los inicios del siglo XIX, a través de los distintos procesos libertarios independentistas gestados a lo largo de todo el continente latinoamericano, experimentaron un proceso político de total inestabilidad política debido al vacío de poder que surgió inmediatamente que se obtuviera la independencia, lo que dio lugar para el surgimiento del caudillaje militarista, en sus inicios. Sin embargo, una vez reestructurado el Estado y alcanzada una suerte de estabilidad política, surge un nuevo orden político caracterizado por concentrar el poder en manos de unas pocas personas, es decir de una élite. Esta élite se sostiene sobre la base de la posición de dominio económico que tiene y/o del prestigio del linaje de sus miembros. Surge así un sistema de gobierno denominado oligarquía que se extiende desde los años 1880 hasta la década de 1930 y, en algunos casos, hasta la década de 1960 [como el caso de Perú].
II. Idea de Oligarquía.
Según el diccionario de la Real Academia Española, por oligarquía se entiende como “gobierno de pocos”, “forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase social” y como el “conjunto de algunos poderosos negociantes que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio”.
Cavarozzi sostiene que la oligarquía es una clase política del capitalismo [1978: 13]. En cambio Ansaldi indica que “el concepto de oligarquía designa una forma o un modo de ejercicio de la dominación política por un grupo minoritario perteneciente a clases sociales que detentan poder económico y social” [1992: 3]. Para este último, la oligarquía no es una clase social, sino una categoría política.
Por nuestra parte, consideramos que la oligarquía como forma gobierno será entendida mejor si la enfocamos desde la postura u óptica del poder político. En efecto, si tomamos como punto de referencia el poder político, diremos que la oligarquía no es otra cosa que una forma de gobierno que es ejercida por un reducido número de sujetos que se cohesionan en función a sus intereses económicos o sociales ya sea de clase, fracción o grupo sociales o familiares para ejercer la dominación de la población de manera exclusiva, es decir prescindiendo de la participación democrática de las mayorías, a través del mecanismo oficial, como es el Estado; centralizando y descentralizando el poder político en función a clientelismo y conveniencias; copando el aparato estatal burocrático con funcionarios no según sus capacidades sino en base a criterios discriminatorios como apellido, prestigio, amistad, dinero, etc.
III. Características.
• La oligarquía ha sido una forma de gobierno o dominación en América Latina que se ubica entre los años 1880 y 1930 – 40, en el caso del Perú, tuvo vigencia hasta la década de 1960 (1968), que capturó el Estado para beneficios de sus intereses económicos.
• La base social sobre la que se sostiene se circunscribe o delimita comprende únicamente a quienes conforman la burguesía, a los terratenientes, hacendados, gamonales, mineros y comerciantes. Es decir, como sostiene Ansalni, se trata de una base social angosta.
• La designación o incorporación de los funcionarios públicos a la esfera de la administración pública o de las burocracias se efectuaba en función al linaje, parentesco, amistad, prestigio, poder económico y de quienes tenían la condición de notables que por lo general formaban parte de la burguesía. Es decir que la gran mayoría de la población no tenía la posibilidad de acceder a un cargo público
• El establecimiento de pactos de combinación de centralización y descentralización del poder político mediante clientelismo, burocracia y mecanismos de control intraoligárquico. Esta característica señalada por Ansalni, quiere decir que la Oligarquía al mismo tiempo que concentraba el poder en la centralización, es decir en la capital – por lo general- por motivos de interés clientelista político desconcentraba o trasladaba ciertas facultades o cuotas de poder político a las capitales de provincias o departamentos para que sean ejercidas por los socios de la oligarquía, es decir por otros miembros que la conformaban, a fin de que éstos satisfagan sus intereses pero a cambio de mantener y defender también los interés de la cúpula
• Una limitación efectiva de los derechos a sufragar, elegir y ser elegido. En efecto, siendo que la oligarquía concebía el gobierno para sí misma, es decir para asegurar la protección de sus intereses, es obvio que no tenía ningún interés de permitir que quienes no formaban parte de ella y que, además, constituían la inmensa mayoría, tengan la posibilidad y opción de poder decidir el futuro del Estado. Definitivamente si se reconocía el derecho universal al sufragio y a elegir y ser elegido, más que un problema jurídico, constituía una amenaza contra las estructuras oligárquicas, puesto que, siendo tan pequeñas, en términos de conformantes y adeptos, fácilmente serían derrotadas si se hubiese permitido y garantizado un proceso electoral limpio y transparente.
• El gobierno se estructura sobre la base del autoritarismo, paternalismo y verticalismo. Cuando se hace mención a que es autoritario se está sentenciando que se trata de una organización que está decidida a mantener el poder a través del empleo de mecanismos contrarios a la libertad, en realidad, en las sociedades oligárquicas no se reconocía el derecho a la libertad de elegir y ser elegidos. Por paternalista entendemos a la situación mediante la que la Oligarquía ejerce el poder combinando decisiones arbitrarias, con elementos sentimentales y concesiones graciosas. Al respecto Ansaldi sostiene que el paternalismo oligárquico se caracteriza por tener una doble dimensión: a) transmisión de la dominación central sobre los espacios locales y de moderación del autoritarismo estatal y b) equilibrar intereses nacionales y locales. En realidad, cuando se habla de transmisión se está haciendo hincapié en que se traslada cierta cuota de poder a las ciudades del interior del país para que sea ejercida por otros oligarcas; en el caso del equilibrio de intereses, se refiere a los intereses de los oligarcas que detentan el poder central y los de la provincia; es decir se trata de interese oligárquicos. Respecto al verticalismo, como sostiene el autor antes citado, se refiere a la forma organizativa de las burocracias que se encuentran jerarquizadas.
IV. Los regímenes oligárquicos en Perú, México, Argentina y Chile:
Particularidades o diferencias:
– El Estado oligárquico peruano:
• se edificó sin definir su estructura organizativa. De allí que los intereses públicos no se encontraban separados de los intereses privados. De igual modo no tuvo una estructura centralizada. En efecto, con excepción de algunas ciudades, el poder del Estado no se relacionaba directamente con la población, sino que interactuaba con los gamonales y los poderes locales quienes ejercían el poder con criterio privatístico [López Jiménez 1997: 126]
• Se caracterizó por ser excluyente respecto a las clases populares, sobre todo de los campesinos, en todos los ámbitos: social, de género, racial y étnico. Como sostiene López Jiménez “las doctrinas racistas fueron la ideología implícita del Estado Oligárquico” [1997: 128]
• No tuvo el monopolio de la violencia legítima como todo Estado moderno. Esta estuvo en mano de los gamonales que se organizaban privadamente como fuerzas paralelos al ejército oficial.
• Se caracteriza por ser un Estado intervencionista.
– El Estado oligárquico Mexicano:
• Se presenta como una contradicción interna al definirse como liberal y oligárquico a la vez. Se dice que en el ámbito de las relaciones jurídico políticas, es liberal, defiende la igualdad política de los ciudadanos y reconoce la libertad de pensamiento y de cultos. Concibe al individuo como el principio rector de la sociedad mientras que el Estado debe limitarse a garantizar y promover los intereses de los particulares [Leal 1974: 703). Adopta la forma de Republica Democrática, Representativa y Federal; sin embargo, en la práctica jamás fue democrática
• Se advierte una hegemonía de la fracción liberal-terrateniente (Leal 1974: 709] conformada por civiles y militares, identificados ideológica y políticamente con el liberalismo. Este sector de la población, aunque de orígenes modestos, como los abogados, los pequeños propietarios rurales, los comerciantes de provincia, se ha transformado, en un grupo de grandes terratenientes. Se diferencian de los demás señores de la tierra, por su homogeneidad política e ideológica, por su organización nacional y por sus propósitos transformadores [Leal. 710]
• Se trata de un Estado liberal oligárquico.
– El Estado oligárquico Argentino:
• Se presenta desde tempranamente [1898] como un estado homogéneo, en términos weberianos, y posteriormente se consolida estructuralmente. Tiene una cúpula brillante que tiene una ideología positivista que sostiene que la solución de los diversos problemas de la Nación se encuentra en el progreso técnico y material [ 153
• Se advierte el dominio de la violencia legítima [López Chirico 1985: 160] Se crea en 1901 las Fuerzas Armadas de Argentina consolidando así el monopolio de la violencia legítima [López Chirico 1985: 161].
• Se trata de un Estado liberal que promueve la economía de mercado
– El Estado oligárquico chileno:
• Es un Estado, cuya oligarquía se caracteriza por ser altamente represiva y, de igual modo, declaradamente excluyente respecto a los opositores o disidentes.
• La oligarquía estuvo constituida o conformada básicamente por terratenientes y mineros, en un inicio.
• Las decisiones políticas se discutían en el Parlamento.
• Se trata de un Estado Autocrático fuerte y centralista.
– Semejanzas :
• Una primera semejanza, conforme lo sostiene Cavarozzi [1978: 5] viene a ser el establecimiento “de patrones de dominación social a las actividades orientadas a la explotación de productos primarios y las acciones de las instituciones estatales”
• Una segunda semejanza se manifiesta en el sentido de que el establecimiento de formas de dominación oligárquica por parte de los terratenientes no provocó actos contestatarios suficientemente fuertes capaces de poner en riesgo el sistema instaurado [Cavarozzi 1978: 5]. Esto debido a que los mecanismos democráticos representativos eran casi nulos y, además, por la neutralización que producían las políticas excluyentes.
V. La exclusión social del Estado Oligárquico en América Latina
La exclusión, como se ha dicho ha sido una de las características de la oligarquía en América Latina. La exclusión es un mecanismo estructural de un modelo antidemocrático. La exclusión ha caracterizado a los Estados oligárquicos –incluso en México que se declaró liberal oligárquico y que en la práctico fue esto último- como autoritarios, en tanto que explícita o implícitamente han negado a las grandes mayorías el derecho a intervenir en la vida política de cada país. Así por ejemplo, solamente podían votar, en principio solamente los varones, mayores de 21 años y además que fuesen alfabetos. Las mujeres y los analfabetos estaban confinados a sufrir el desencanto de un régimen absolutamente discriminatorio, básicamente por razones de seguridad de los intereses que defendía, como es el interés de la oligarquía. Con esto se impidió el debate político nacional, la formación de partidos políticos y, en última instancia, fue un duro obstáculo para que se forje tempranamente la democracia. La exclusión en todo su sentido, causó que los Estados de América Latina no hayan asimilado prontamente, menos que trasladaran a la praxis, las ideas liberales que llegaron de Europa a inicios del siglo XIX. Esta forma de gobernar, manteniendo al margen a la gran mayoría de la población, es uno de los factores que explican nuestro subdesarrollo. Pues, mientras en Europa, la oligarquía había sido, diremos, ya desterrada, en nuestra América Latina empezaba a implantarse. Claro queda que esto es consecuencia del vacío de poder que vivieron nuestros países luego de que se independizaran. Aquí se encuentra la explicación de nuestro retraso.
BIBLIOGRAFIA
CAVAROZZI, Marcelo
1978 “Elementos para una caracterización del capitalismo oligárquico”.
En Documentos cedes. Buenos Aires, pp. 1-35.
Consulta: 30 de julio de 2011
http://201.231.178.100/Publicaciones/Doc_t/Doc_t12.pdf>
LOPEZ CHIRICO, Selva
1985 “Tres formas de dominación oligárquica latinoamericanas: Argentina, Brasil y Perú” En Dialéctica,
México, Vol 17, pp.131-162, (X).
Consulta: 30 de julio de 2011
“http://”>://148.206.53.230/revistasuam/dialectica/include/getdoc.php? id=308&article=329&mode=pdf>
LEAL, Juan Felipe
1974 “El Estado y el Bloque en el Poder en México: 1867-1914”. En Historia Mexicana, México, Vol. 23,
No. 4, Apr. – Jun., 1974, pp. 700-721
Consulta: 30 de julio de 2011
< http://www.jstor.org/pss/25135429>
Publicado en:
http://blog.pucp.edu.pe/blog/orlandobecerra/2012/02/02/la-oligarquia-en-america-latina/
CONSIGNAS:
A) Señalar si es Verdadero o Falso, fundamentando las falsas:
PARA CONTESTAR TENE EL CUENTA LAS DOS PARTES DEL TEXTO ESCRITAS EN VIOLETA
1) El Estado oligárquico es un fenómeno que se dió luego de la independencia en un par de Estados latinoamericanos.
2) El Estado oligárquico era un Estado democrático
3) Todos los investigadores están de acuerdo acerca de las características y definición del Estado oligáquico.
4) El poder oligárquico se ejercía mirando solamente el bien común, y dejando de lado intereses personales de los integrantes del gobierno.
5) El sufragio universal y libre no existía en los regímenes oligárquicos.
6) Los regímenes oligárquicos contaban con una base social amplia, ya que cualquier persona podía ejercer el poder
7) Los regímenes oligárquicos trasladaban parte de las decisiones a las ciudades del interior para que fueran ejercidos localmente por las elites de esos lugares.
8) Los estados oligárquicos aceleraron el desarrollo de América Latina
B) responder
9)Marcar similitudes y diferencias entre los estados oligárquicos de Perú, Chile, México yArgentina
10) ¿Qué definiciones de oligarquía se manejan en el texto?
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