lunes, 1 de abril de 2024

EL HÉROE (CASI) OLVIDADO

 


Oscar Ismael Poltronieri fue enviado a Malvinas como soldado conscripto, y allí vivió uno de los episodios más extraños del conflicto.

El 11 y 12 de junio de 1982 se produjo el combate de las “Dos Hermanas”, librado junto al Monte del mismo nombre. Eran los últimos días de la guerra. Ante la presión de las tropas británicas, las fuerzas argentinas se vieron obligadas a retirarse. Cuando se dio esa orden, el soldado Poltronieri sorprendió a todos: “Salga de acá mi Sargento, vaya con los soldados. Yo me quedo que no tengo hijos. Usted acaba de ser padre y su hijo lo va a necesitar”, y cuando le discutieron su decisión agregó: “Yo me quedo y los cubro. Ustedes tienen algo por lo que volver”.

Se quedó solo en la posición, con una ametralladora, para darles a sus compañeros tiempo para retirarse en orden. Sus compañeros pudieron replegarse sin bajas, pero todos entendieron que él no podía salir con vida.

Disparó durante horas. Retrocedía cinco metros, disparaba y volvía a retroceder otros diez, de esa forma paraba el ataque inglés. “De esta forma pensaban que era toda una compañía atacando y no avanzaban”, explicó Poltronieri.

Al reunirse con sus compañeros, muchos no podían creer que siguiera con vida. “Cuando me vieron no lo podían creer: me habían dado por muerto. Allí me enteré de que se habían rendido a las diez de la mañana. Y recién como a las tres de la tarde nosotros habíamos dejado de combatir. Cuando vimos la bandera blanca colgada en el mástil, la mayoría nos largamos a llorar” relató Poltronieri a Radio Mitre.

Si bien se le concedió la Cruz al Heroico Valor en Combate (único soldado raso en conseguirla), luego de la guerra la pasó mal, como todos los ex combatientes, ya que la sociedad prefería olvidarlos en lugar de darles trabajo.

“Cuando llegaron de noche y en forma casi clandestina a Campo de Mayo, comenzó otra guerra para Poltro y todos los ex Combatientes. Los trataron como delincuentes. Los militares los escondieron y les prohibieron contar lo que habían visto y lo que habían padecido. Y la mayoría de los civiles también les dio la espalda. Poltro tuvo que empezar de la nada a pelear por su vida en las ciudades y entre la miseria. Vendía estampitas y calcos en los trenes con su uniforme verde oliva. Algunos desubicados le gritaban: ‘Loco de la guerra, anda a venderle estampitas a Galtieri’. No es casual que 649 argentinos hayan perdido su vida durante la guerra y que una cantidad similar haya perdido la vida durante la paz, en el suicidio ante la locura que producen la mezcla del terror bélico y la indiferencia social”, dice una nota de “La Nación” de 1 de abril de 2022.

Recién en los primeros años del siglo XX, durante la presidencia de Duhalde, el ejército le dio un trabajo en Campo de Mayo.

Poltronieri no eligió ir a Malvinas. Nosotros, la sociedad argentina, lo enviamos. Por eso estaría muy mal olvidar la gesta de quien estuvo dispuesto a entregar su vida para salvar a sus compañeros.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario